Para el día de hoy (11/07/20)
Evangelio según San Mateo 19, 27-29
La enseñanza de Jesús de Nazareth no se refiere a premios, sino más bien tiende a acentuar alegóricamente cualquier presupuesto o esquema que podamos graficarnos interiormente acerca de Dios, y de su esencia primordial, el amor. Y de su indescriptible vínculo paternal y maternal para con toda la humanidad, que supera infinitamente cualquier precálculo.
El Dueño de la viña paga muy bien a estos jornaleros; un denario es un salario altísimo para un día de labor.
Y no conforme con ello, les paga primero a los últimos en llegar, a los que prácticamente no han hecho ningún esfuerzo, a los que -en esos válidos criterios humanos- no merecen el mismo salario que los que trabajan desde el amanecer.
La parábola habla de justicia, pero de la justicia de Dios que es la misericordia. Es asombrosa, es inconmensurable, es desmedida, es ilógica y no busca méritos, porque el amor de Dios en Cristo es el Reino aquí y ahora entre nosotros, para todos, sin excepción, sin visas, incondicional, generoso al extremo de no buscar nada a cambio, canastas inagotables de pan vivo para que nadie más pase hambre, la Gracia de Dios.
Paz y Bien
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