Para el día de hoy (13/07/12):
Evangelio según San Mateo 10, 16-23
(Una serpiente no nos suele resultar agradable ni muy simpática, menos aún lo que simboliza; por eso mismo, en boca del Maestro su mandato puede resultarnos, al menos, controversial y dar pié a interpretaciones diversas y hasta yuxtapuestas.
Por ahora, nos quedaremos en la sagacidad y en la capacidad de las serpientes de estar atentas, de moverse y actuar en el momento justo.
Nada de esto es contrario al Evangelio ni requiere demasiado análisis, pues el Maestro enseñaba las verdades de su Padre a partir de lo que las gentes conocían a diario, ejemplos sencillos de su cotidianeidad.
A la vez, el símbolo de la paloma es lo opuesto al anterior: nos resulta fácil entender su sencillez y su mansedumbre. Sin embargo, esta mansedumbre no debe tener por consecuencia ni la resignación ni la sumisión a lo que es injusto.
No podemos quedarnos quietos ni conformarnos con lo que es inhumano o contrario a la vida.
Así quedamos advertidos: la fidelidad a la Buena Noticia y el compromiso en la edificación del Reino no son fáciles ni amistosos para con los poderes de este mundo, especialmente porque todo nace de la gratuidad magnífica del amor incondicional de Dios. El Cristo crucificado y resucitado es también posibilidad para sus discípulos, mujeres y hombres dispuestos a vivir para sus hermanos.
Y más aún: cuando esta familia que llamamos Iglesia no sufre persecuciones y se acomoda a los poderosos, en cierto modo quebranta la sencillez de la Buena Noticia y reniega de ese Espíritu que la impulsa y sostiene)
Paz y Bien
Por ahora, nos quedaremos en la sagacidad y en la capacidad de las serpientes de estar atentas, de moverse y actuar en el momento justo.
Nada de esto es contrario al Evangelio ni requiere demasiado análisis, pues el Maestro enseñaba las verdades de su Padre a partir de lo que las gentes conocían a diario, ejemplos sencillos de su cotidianeidad.
A la vez, el símbolo de la paloma es lo opuesto al anterior: nos resulta fácil entender su sencillez y su mansedumbre. Sin embargo, esta mansedumbre no debe tener por consecuencia ni la resignación ni la sumisión a lo que es injusto.
No podemos quedarnos quietos ni conformarnos con lo que es inhumano o contrario a la vida.
Así quedamos advertidos: la fidelidad a la Buena Noticia y el compromiso en la edificación del Reino no son fáciles ni amistosos para con los poderes de este mundo, especialmente porque todo nace de la gratuidad magnífica del amor incondicional de Dios. El Cristo crucificado y resucitado es también posibilidad para sus discípulos, mujeres y hombres dispuestos a vivir para sus hermanos.
Y más aún: cuando esta familia que llamamos Iglesia no sufre persecuciones y se acomoda a los poderosos, en cierto modo quebranta la sencillez de la Buena Noticia y reniega de ese Espíritu que la impulsa y sostiene)
Paz y Bien
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