Que florezca la plenitud en estos campos yertos, sueño del Dios encarnado

















San Bernabé, apóstol

Para el día de hoy (11/06/19):  

Evangelio según San Mateo 10, 7-13










Quizás en pos de aferrarnos a los detalles específicos, pasemos por alto la cuestión primordial que es la total confianza que Cristo deposita en los suyos, su ministerio será el de ellos, nuevos Cristos anunciando buenas noticias a todos los pueblos.
Esa confianza, esa fé se sigue renovando de generación en generación, y lo seguirá haciendo hasta su regreso definitivo.

Nada llevarán consigo los misioneros. Su único equipaje es la esperanza, del resto se ocupa la Divina Providencia.
Pero también ese desprendimiento significa identificación evangélica con el Cristo que los envía y con los pobres, destinatarios primeros de la misión, la Buena Noticia de la liberación de un Dios que ama sin desmayos ni descansos.

Es un mensaje que no les pertenece, y por ello extremarán los cuidados para no creerse nada más que obreros felices que cumplen con su deber.

La misión tiene el sentido fundamental de hacer presente el amor de Dios, un amor que es salud y también es Salvación, desincrustando esa muerte que se aferra, purificando todos los estigmas de la exclusión que impiden la fraternidad, expulsando en el nombre de Cristo todos los demonios que asolan la condición humana. Todo bajo el signo asombroso y escandaloso de la Gracia, de la gratuidad, de lo que se ofrece -la propia vida- sin condiciones, al servicio de los demás.

Que florezca la plenitud en estos campos yertos, sueño del Dios encarnado.

Paz y Bien

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