Para el día de hoy (21/02/13):
Evangelio según San Mateo 7, 7-12
(Este pasaje del Evangelio según San Mateo ha sido caratulado, por sobradas razones, con el nombre de la eficacia de la oración; es siempre imprescindible tener presente y hacer vida que todo lo podemos de la mano de Aquél que nos ama sin límites, y ese amor se nos acrecienta -como todos los amores- en la medida que madura y se profundiza la escucha y el diálogo con la persona que amamos, en este caso la oración con la que nos confiamos a Dios. Desde la fé y por esa Gracia inconmensurable y asombrosa no quedaremos abandonados a nuestra suerte.
Pero hay más -siempre hay más- y quizás otro aspecto fundamental de la palabra para el día de hoy sea su carácter decididamente personal.
Jesús de Nazareth revela el rostro bondadoso de un Dios trascendente e infinito pero que no es lejano e inaccesible; Él nos habla de un Dios cercano a cada mujer y cada hombre, preocupado y ocupado en todas sus necesidades, aún en las que puedan aparecerse como nimias o irrelevantes. A este Dios todo le interesa, para este Dios todas las cuestiones de sus hijas e hijos cuentan.
Por ello, cuando pedimos nuestros ruegos no devienen en una fórmula abstracta y repetitiva: siempre hay Alguien que escucha y responde, la búsqueda sincera jamás es estéril, y cuando con confianza llamamos a una puerta, es Él mismo quien sale a recibirnos.
Tal vez, entonces, nuestra oración se vuelve verdaderamente eficaz cuando redescubrimos la mejor de las noticias: que Dios es un Padre que nos ama y una Madre que nos cuida y más aún, jamás se olvida de nosotros a pesar de nuestros quebrantos y nuestras miserias)
Paz y Bien
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