Para el día de hoy (09/02/13):
Evangelio según San Marcos 6, 30-34
(Los discípulos regresan con la satisfacción propia del deber cumplido, han realizado la misión que le Maestro les ha encomendado. Pero a la vez son presa de un entusiasmo desmedido, no han tenido mayores problemas, han sanado a todo enfermo que han encontrado, los espíritus malignos han retrocedido, todo ha ido de maravillas. Sin embargo, no todo es una fotografía de una aventura romántica o bucólica.
La misión comienza a pasarle factura a sus cuerpos y a sus mentes, están muy cansados, y además corren cierto riesgo que no es menor.
Ese riesgo es el de intoxicarse con las mieles venenosas del éxito; ellos han regresado muy entusiasmados, pero aún no comprenden que la misión -el anuncio de la Buena Noticia con hechos y palabras- tiene un color preponderante de gratuidad y también de cruz.
A pesar de todo, lo que conmociona es contemplar a ese Cristo preocupado y ocupado por los suyos, por lo que les sucede, por sus alegrías y tristezas, por su cansancio y su bienestar, esa necesidad de llevarlos a un sitio apartado, más grato a los sentidos, en donde puedan de nuevo centrarse, relajarse, buscar el sustento para sus cuerpos y el alimento para sus existencias, la Palabra.
Ese cuidado, esa contracción hacia sus amigos cansados no se limita a unos pocos.
La multitud, la mayoría de las gentes sigue a la deriva, no encuentra respuestas en el Templo ni en los poderosos, doblegados por el cansancio y la resignación.
Quizás la misión también sea hacer presente en estas tierras golpeadas el rostro bondadoso de ese Dios Padre y Madre, pura compasión y bondad que se derrama generosa hacia todas sus hijas e hijos derribados)
Paz y Bien
1 comentarios:
En verdad regresar de la misión, sabiendo que Jesús siempre está presente, caminando con nosotros... es una bendición y motivo de alegría.
Dios te bendiga y miles de abrazos.
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