Elegía a los rechazos

Para el día de hoy (03/08/12):
Evangelio según San Mateo 13, 54-58

(Ése tiene una tonada algo extraña. Aquella tiene una piel oscura.
Ellos son extranjeros, son marginales, son demasiado jóvenes, son muy viejos, son pobres, son iletrados, no tienen formación -los conocemos bien- son vecinos, son parte de nuestros barrios, de nuestras cotidianeidades, de nuestro día a día desde hace mucho tiempo.

Por todo eso, no esperamos nada nuevo de ellos. Tampoco nada bueno, ya suponemos lo que serán ellos y los que son como ellos.
Hasta se nos trasluce en el lenguaje, y la frontera está trazada: nosotros por un lado, ellos por el otro.

Las cosas de Dios vendrán sólo del culto, de la Palabra y de sus representantes oficiales. Nunca de ellos, es imposible.

Estos rechazos son los mismos que sufrió Jesús de Nazareth. El hijo de María, el carpintero, de parientes conocidos, de tonada campesina -un artesano- al que vieron crecer, trabajar, jugar con sus hijos. Ahora se arrogaba hablar en nombre del Altísimo, y esa ruptura de la rutina confortable los escandalizaba.
Por eso mismo, allí prácticamente no hubo milagros, porque los milagros acontecen en el asombroso tiempo de la Gracia, urdimbre santa de Dios y el hombre, de amor y fé.

Quizás debamos orientar nuestras súplicas para que Él nos sane la capacidad de oír y escuchar a los profetas de barrio, a las abuelas plenas de sabiduría, a los abuelos mensajeros de paz, a los pobres en donde resplandece el rostro de Aquél que está entre nosotros)

Paz y Bien


1 comentarios:

María Nancy dijo...

Cuanta verdad!,mi abuela era una campesina,sin saber leer ni escribir me dio la lección más hermosa y verdadera del mundo,me enseño la paciencia y el amor, y como dicen: nadie puede dar lo que no tiene,ella lo enseñaba desde su corazón y aprendí.Nunca la olvidare,gracias por la entrada.Alabado sea Jesucristo

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