Para el día de hoy (10/05/12):
Evangelio según San Juan 15, 9-11
(En las velocidades ciudadanas, en las imposturas de la rutina, en el devenir cotidiano, en todo ello solemos disiparnos pues nos descentramos y olvidamos lo que verdaderamente cuenta, lo definitorio, lo esencial.
Así sucede que nos identificamos por una pertenencia determinada, por el cumplimiento de preceptos, por la asistencia al culto; todo ello es importante, sin embargo lo que nos sustenta e identifica no es tanto aquello a lo que adherimos sino a quien estamos unidos.
Más aún, lo que nos constituye radica en reconocer y saber que estamos vitalmente ligados a Alguien concreto, presente y real, Jesús de Nazareth, el Crucificado que ha Resucitado.
Es cuestión cordial y personal antes que aseveración racional, es vida que se expande, es existencia que se define por la cercanía, la generosidad, la solidaridad y esa serena alegría que tenazmente persiste con todo y a pesar de todo.
La medida de nuestra fé se expresa en todo lo que hacemos y en cómo lo hacemos.
Lo que permanece para siempre es el amor que Dios nos tiene y que nosotros reproducimos y ampliamos en nuestros hermanos, creando familia)
Paz y Bien
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