Para el día de hoy (11/05/12):
Evangelio según San Juan 15, 12-17
(Él no nos quiso servidores, desconocidos de su corazón ni tampoco interesados solamente en lo propio, en aquellos egoísmos que cercenan toda posibilidad de ser y crecer.
Él nos reconoce como amigos, mucho más que simple conocidos, eternamente más que compañeros y hermanos. Es un corazón en una increíble cercanía cotidiana.
En esa reciprocidad prevalece el desinterés, se desoye cualquier llamado al egoísmo y florece la solidaridad y la generosidad.
Desde allí se edifica la comunidad, una comunidad que no es un grupo que se identifica por las jerarquías y por las relaciones de poder entre las personas que la componen, sino por el mayor grado de entrega y servicio entre los amigos y los hermanos.
Es raíz de iguales, de aquellos que siguen los pasos de Aquél que siendo el Totalmente Otro se ha hecho igual a nosotros, uno más entre nosotros, el más humano de todos nosotros.
Sólo así es posible la libertad plena.
En la ilógica maravillosa de la Gracia, la libertad fructifica en su plenitud en la medida de las vidas que se ofrendan para que no haya más esclavos, para que se destierre toda opresión, para que la fraternidad y la amistad sean mar y horizonte de aquellos que nos sabemos elegidos, no por nuestros escasos méritos, sino por la bondad infinita del que nunca nos abandonará)
Paz y Bien
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