Para el día de hoy (08/10/09):
Evangelio según San Lucas 11, 5-13
(Orar, orar siempre, constantemente, insistentemente, sin desfallecer.
Pedir...
Buscar...
Llamar...
El Maestro no requiere condiciones previas ni méritos: si uno pide, recibe, si uno busca, encuentra, si uno llama, se le abrirá.
Y no es cuestión de que se cumplan nuestros limitados propósitos que se acotan a un infantil ¡lo quiero ya!. Nada de eso.
El Señor con su vida nos ha asegurado la obtención de lo pedido, de lo buscado, de lo llamado.
Y más, mucho más: aún con nuestras limitaciones y miserias, somos una nueva creación, hijas e hijos de un Padre bondadoso que sólo quiere nuestro bien.
Y nos regala su gran don, producto de su amor infinito: el Espíritu Santo, y nos convertimos en templos vivos de Dios.
Munidos así de su Vida abundante, plena y eterna, impulsados por el Espíritu del Resucitado...qué límites encontraremos en nuestro caminar?
Podemos, en nombre de Jesús, ser hacedores de milagros... Traer la Vida de Dios a este mundo muerto.
No es necesario nada más que la oración confiada, que es el eco del Espíritu que sopla en nosotros y nos hace decir ¡Abbá! al Padre de Jesús y Padre Nuestro)
Paz y Bien
Las viejas heridas
Hace 2 horas.
4 comentarios:
¿Sabes? Durante estos días mis oraciones eran muy breves. Con el paso del tiempo me comencé a sentir extraño sin darme cuenta. Era, precisamente, la falta de oración la que me estaba alejando de esa esencia tan necesaria para vivir: Dios.
Que importante es estar convencidos de que cuando pedimos realmente se nos da, pero lo que nos conviene; no lo que nosotros creemos que nos conviene; no sé si me explico.
Buen escrito me gustó mucho. Muchas gracias por la meditación que nos regalas.
Un abrazo.
parece que hemos pensado lo mismo al escribir nuestra entrada.
Un abrazo
Gracias a vos, Francisco, por tu presencia y tu testimonio; y es así sin ninguna duda, sin oración nos secamos, caemos como hojas muertas y quedamos a merced de los vientos del mundo, sin aferrarnos a Cristo.
Un saludo fraterno
Paz y Bien
Ricardo
Gracias, m.jesús por tus palabras y por compartir; son insondables los caminos del Espíritu, que a una gran distancia -aparente- hace que por la comunión podamos coincidir aún sin ponernos de acuerdo previamente, sólo en la búsqueda de las cosas de Dios.
Un abrazo en Cristo y María
Paz y Bien
Ricardo
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