Para el día de hoy (24/10/09):
Evangelio según San Lucas 13, 1-9
(No hay dolor o sufrimiento impuestos que encuentren justificación y refieran a méritos pretensos o a consecuencias divinas de ciertas conductas malas.
Dios es ante todo un Padre Misericordioso, no juez y verdugo que castiga a los pecadores.
Es año de Gracia y Misericordia inaugurado por Jesús, nuestro hermano y Señor.
Dios nos busca constantemente, sin desmayo ni descanso... ha entregado -sin vacilar- a su propio Hijo a la muerte por nuestro regreso.
Ese regreso es lo que llamamos conversión.
Nuestro tiempo de peregrinar por estos arrabales es muy limitado; no tenemos la certeza de su duración, de su extensión...Pero sí sabemos con seguridad que debemos regresar a los brazos del Padre.
Eso que llamamos vida es una concesión que se nos ha hecho gratuitamente, un trozo de tierra fértil para que rinda sus frutos.
Somos como esa higuera del Evangelio de hoy: sin frutos, sólo sirve para hacer leña.
Es consecuencia natural de lo que hagamos, o más bien de lo que dejemos de hacer; no se trata aquí de castigos celestiales o condenas codificadas.
Somos nosotros los que elegimos o nó frutos gratos o tierra reseca e inútil.
El Señor Jesús ha ganado para nosotros un poco más de tiempo: hay que aprovecharlo antes de que sea tarde)
Paz y Bien
Tierra malgastada o higuera fructífera
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