Para el día de hoy (23/10/09):
Evangelio según San Lucas 12, 54-59
(Desde los tiempos de la predicación de Jesús hasta nuestros días, la humanidad ha avanzado de manera exponencial en el ámbito de la ciencia y el conocimiento; no sólo se estudia a la materia en sus mínimas expresiones, a la naturaleza en sus potencialidades y peligros, sino que la especie humana ha salido de este pequeño planeta y progresivamente está explorando el universo.
Sin embargo, la advertencia del Maestro para los de aquellos tiempos acerca de discernir las señales del tiempo y el clima, es igualmente válida y actual para los parámetros del saber contemporáneo.
-La Palabra de Dios es Palabra de Vida y Palabra Viva-
Todos esos saberes -útiles e importantes- quedan en un plano inmanente, funcional y perecedero si no están supeditados a un corazón que busque leer más allá de lo evidente.
Jesús, verdadero Dios y verdadero Hombre, es EL signo de este y todos los tiempos: es la señal a través de la cual la historia del hombre adquiere pleno significado y sentido.
Y no debemos confundirnos: la lectura de los signos de los tiempos siempre es -valga la redundancia- temporal, jamás es ahistórica, pues es precisamente en nuestra historia personal y en la historia de la humanidad en donde se pueden y deben descubrir las acciones e intenciones del Padre Creador.
El Señor Jesús es el signo de Salvación para toda la humanidad: por eso todos aquellos saberes pueden re-significarse desde las hijas e hijos de Abbá, Padre de Jesús y Padre Nuestro, reconciliados por Jesús entre sí y con el Creador, ampliando los horizontes del conocimiento desde la justicia, la solidaridad, la fraternidad y el amor.
En la increíble urdimbre de la historia se ha abierto una puerta que nunca ha de cerrarse, y está en nosotros encontrarla.
-y un entrañable deseo: que esta familia de Jesús que solemos llamar Iglesia sea verdaderamente signo de esperanza para todas las gentes, cercanas y lejanas. Amén-)
Paz y Bien
Reflexión
Hace 14 minutos.
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