Para el día de hoy (27/10/09)
Evangelio según San Lucas 13, 18-21
(Parece insignificante.
Viene escondido y en silencio.
Pero la pequeñez del grano de mostaza y el mínimo de la levadura esconden un gran poder, el del crecimiento, el de la vida.
El Reino de Dios es aquí y ahora, y sólo hay que saber abrir los ojos del alma para descubrirlo... Para una mirada común, es sólo una utopía o una bella figura literaria.
Esa semilla se siembra en la huerta que es nuestro corazón: allí busca nuestra tierra fértil, germina y crece hasta convertirse en arbusto frondoso; tan frondoso que los pájaros vienen a anidar en sus ramas, tan buena sombra tiene que pueden cobijarse debajo muchos agobiados por el desierto extenuante del abandono.
Y esa levadura es nuestra vocación y destino: sin aparente relevancia, se pierde y desaparece en la gran masa del mundo para hacerla crecer.
Un mundo de pan escaso multiplica sus dones y sacia todo el hambre cuando leva la masa por el fermento del Reino de Dios.
Al fin y al cabo, en la Eucaristía -antes de la consagración- ofrecemos en memoria de Jesús pan y vino; pero no cualquier pan, sino pan ázimo, pan sin levadura.
Es en su memoria y en su presencia, y no solamente porque en la última cena el Señor dió el verdadero sentido al banquete Pascual...
Ofrecemos panes ázimos, panes sin levadura... porque nosotros hemos de ser la levadura que con Jesús haremos el Pan de Vida y la gran acción de gracias de la humanidad)
Paz y Bien
Escondido y en silencio
Contenidos:
Evangelio para cada día
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario