La sociedad de la tecnociencia y del conocimiento
nos mandó al exilio,
nos robó el sentimiento de un hogar y de una patria
y principalmente nuestra capacidad de conmovernos,
de llorar,
de reír con gusto
y de apasionarnos por la naturaleza y por la vida.
Leonardo Boff
nos mandó al exilio,
nos robó el sentimiento de un hogar y de una patria
y principalmente nuestra capacidad de conmovernos,
de llorar,
de reír con gusto
y de apasionarnos por la naturaleza y por la vida.
Leonardo Boff
2 comentarios:
Creo que la política más útil y eficaz está en darse cuenta de la necesidad de reflexionar y de ahondar en la propia esencia del ser humano. Todos los avances están muy bien y, hasta cierto punto son necesarios, pero en la medida que nacen nuevos adelantos y se moderniza nuestro mundo, el hombre va perdiendo, sumergindo en ese desierto tentador, su propia vocación de ser criatura de un PADRE que lo llama a la gloria eterna.
Conecto con la reflexión anterior y descubro la necesidad de la paciencia, de saber esperar y de no dejarse deslumbrar por lo efimero y fugaz, por muy, aparentemente, maravillozo y feliz que nos parezca. No hay nada más completo y que nos pueda llenar de verdadero gozo que el amor, y eso no está en la técnica y en los avances técnológico.
Un abrazo en XTO.JESÚS.
Es verdad esto que expresás. Como suele decirse, a lo principal debe seguir lo accesorio y parece que en nuestro mundo estamos recorriendo el camino inverso, un sendero farisaico en donde nada está subordinado al bien del hombre como hijo de Dios sino a su homogeinización, a borrar su identidad irrenunciable, a negar su destino de creatura. Gracias nuevamente, hermano y amigo. Paz y Bien. Ricardo
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