Para el día de hoy (06/10/12):
Evangelio según San Lucas 10, 17-24
(Los setenta y dos regresan junto a el Maestro desbordantes de júbilo, incontenibles, y Él se suma a su alegría.
Ellos han descubierto que no hay nada ni nadie que se resista a la presencia de Dios, y el mal retrocede ante la presencia de Jesús, en este caso de sus mensajeros, Cristos mismos en camino de misión.
Aún así, les apaga cualquier fuego fatuo de sensaciones exitosas, de victoria frente a los enemigos.
El Reino no se trata de ganar o perder, lo verdaderamente maravilloso, magnífico y causa de toda alegría es descubrirnos amados y destinados a una vida plena.
Lo que cuenta es que todos somos hijas e hijos.
El Dios Abbá de Jesús de Nazareth no tiene medida en su amor; como el Maestro lo ha enseñado, Él transforma la historia desde dentro, como la levadura.
Él ha pegado la vuelta definitiva al hacerse uno de nosotros desde esa muchachita judía nazarena, haciéndose hombre, haciéndose historia. Nada será igual.
Por ello la misión implica atrevernos a ser desertores de todo éxito. No importan tanto la magnitud de los adeptos o el número de seguidores que, por pertenencia religiosa, se vuelven indicadores de la eficacia misionera.
La misión está cumplida cuando en el centro de todas las atenciones de la Iglesia están los pequeños, los que no cuentan, y hay fiesta grande porque muchos se saben amados y protegidos por ese Dios que está vivo y presente para siempre entre ellos)
Paz y Bien
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