Para el día de hoy (06/05/13):
Evangelio según San Juan 15, 26-16, 4
Evangelio según San Juan 15, 26-16, 4
(Las promesas de Jesús no son abstracciones ni palabras vacuas destinadas a menguar los miedos de los Doce ni de los que seguirán después de ellos.
Porque ellos no tendrán ya la presencia física del Maestro, más Él se queda de una manera distinta pero definitiva: envía su Espíritu, el Paráclito, el Defensor, el que conforta y sostiene.
La cruz de Jesús de Nazareth será también la cruz de sus amigos, y los desprecios y persecuciones de Él también operarán sobre los suyos, incluso con mayor técnica y esmero.
En cualquier otro horizonte, el miedo y el espanto serán rectores y definirán con fiereza toda oscuridad que se asome. Pero es un tiempo nuevo y distinto.
En santa ilógica, los momentos durísimos de la soledad, del rechazo, de la catalogación espúrea, de las amenazas hasta de la violencia ejercida en nombre de Dios serán momentos luminosos, mucho más frutales que un soportar estoico.
Las vidas de los testigos iluminarán las tinieblas que asolan la tierra.
Sin abstracciones.
La presencia real y definitiva de Jesús impide que los brazos se bajen, que se instale la resignación, que la vida retroceda. Él está para siempre con nosotros)
Paz y Bien
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