Para el día de hoy (18/11/09):
Evangelio según San Lucas 19, 11-28
(No hay imposibles que nos sean exigidos.
Más lo que realmente tenemos y somos -la vida- nos ha sido entregado por el verdadero Dueño para que produzca, para que dé frutos, de tal modo que cuando el Dueño regrese se le pueda informar con alegría -con lo que me diste, pude producir todo esto...-
¡Cómo nos gustan y cuán dependientes somos de los rótulos y las etiquetas!
No están mal, es parte de nuestra naturaleza social el utilizarlos... más cabe plantearse si todos esos carteles que aferramos -pro, neo, nuevo, anti y tantos otros prefijos que conforman la maraña de máscaras que nos resultan propicias, pero sólo son apariencias- no debe ser ramitas de nuestra autenticidad troncal: ser servidores, humildes y pequeños.
Como en la búsqueda del Reino, todo lo demás viene por añadidura.
Nos sostiene en la esperanza el Espíritu que nos hace producir numerosos beneficios de amor, siendo fieles desde las cosas más pequeñas.
Nuestro Dueño y Señor no es un juez severo, que favorece el miedo y el temor para sujeccionar a sus servidores.
Quizás una de las caras de la felicidad sea devolver acrecentado ese patrimonio que el Dueño de la Vida nos ha cedido gratuitamente, sabiéndonos pequeños servidores fieles)
Paz y Bien
¡Él es mi Rey!
Hace 1 hora.
2 comentarios:
La gratuidad que se nos ha dado es digna de una gran reflexión. Hasta nuestras buenas obras ¿son nuestras o son don de Dios? Todo es gratis. El mayor de los regalos El Amor, así que imitemosle en nuestra donación gratuita. Un abrazo
Sin dudas, Ángel, se nos dá todo sin mediar méritos y virtudes. Dios mismo es donación perpetua y eterna, esa Trinidad en la cual creemos.
Quizás haya que volverse niños como el Maestro nos señala, para redescubrir todo lo que es regalo del Altísimo.
Un abrazo
Paz y Bien
Ricardo
Publicar un comentario