Para el día de hoy (19/11/09):
Evangelio según San Lucas 19, 41-44
(Jesús vá en camino, al encuentro con su Pasión.
Sus sentimientos siempre son profundos, y llegan a la raíz de todo.
Llega a la raíz de Zaqueo y del ciego mendigo, a la raíz de la viuda pobre y del hijo pródigo, a la raíz de la multitud hambrienta y a la raíz de los niños.
Se acerca a Jerusalem.
La vé y llora por ella; sabe lo que le espera -al fin y al cabo, no es un Mesías etéreo desligado del tiempo...es un Dios hecho hombre que derrama lágrimas por su patria y por la Ciudad Santa-.
Sus lágrimas caen raudas por la ciudad que ha de perecer por no comprender el mensaje de paz y rechazar con violencia a su mensajero, Él mismo.
La paz que es hermana de la verdad, la justicia, la memoria y la solidaridad enraizada en el dar con gratuidad, en silencio y sin condiciones.
Su llanto es ahora el nuestro.
Nuestro mundo aborrece la paz... y pretende entender por paz la ausencia de guerra, cuando la violencia se ejerce y practica asiduamente de muchas y variadas maneras.
Hay que llorar, hay que tener sus sentimientos, hay que enraizarse dentro de su corazón.
Y luego, una vez recuperado ese mensaje, construir la paz que se nos regala desde la gratuidad de Abbá Padre de Jesús y Padre Nuestro.
Aún si por ello se tenga que asumir el espanto de la cruz)
Paz y Bien
Reflexión
Hace 8 horas.
0 comentarios:
Publicar un comentario