Para el día de hoy (13/03/17):
Evangelio según San Lucas 6, 36-38
Evangelio y compromiso cristiano significan ir siempre contra corriente, una ilógica cordial, desandar los nunca y los no se puede, afirmar con todo y a pesar de todo y todos que la vida prevalece, que todo es bendición.
La Iglesia es ante todo familia.
Los vínculos familiares, la identidad se adivina, se intuye y se percibe por la mirada, el rostro pero más aún por los gestos, por el modo de ser. Quizás ello destaque más y adquiera mayor relevancia en un mundo que se globaliza en mares de opresión y banalidad que tienden a desdibujar todo y que desmerece con torpes fervores de teclado a los que en verdad se comprometen.
El Maestro no desconocía los límites impuestos ni las fronteras grabadas a fuego en los corazones. Sin embargo, en todo su ministerio se amplían los horizontes de tribu, de clan, de familia, de nación. No se trata de derribar esos conceptos, sino de ampliarlos hacia ámbitos infinitos. Nada más ni nada menos que edificar, conocer y re-conocer al prójimo.
Se trata de establecer prioridades. Se trata de vivir acorde al Padre por el que vivimos y persistimos con la identidad única e irrevocable de ser sus hijos. No nos resignamos al absoluto de una Ley que es santa pero es medio, ni al absoluto falaz del mercado, ni al absoluto cruel de la ideología. La magnífica locura del amor, de la vida que se ofrece incondicional, del quebranto de las coyundas del yo para ir hacia un nosotros creciente y pleno.
Vivir como hijos de un Dios que acampa entre nosotros.
Paz y Bien
1 comentarios:
Gracias, creo que es un poco difícil vivir todo esto, ya que fácilmente no vivo como hija de Dios y a veces me olvido, gracias.
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