La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María
Para el día de hoy (08/12/15):
Evangelio según San Lucas 1, 26-38
Hoy la Iglesia celebra la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María. En ella florece una especial devoción por la cercanía y la ternura, especialmente entre la gente más sencilla que la reconoce como uno más entre nosotros, como Madre y compañera fiel.
Sin embargo, una piedad que no ha crecido recta y frutal, la ha elevado al honor de los altares, con coronas, joyas y ropas lujosas, quizás olvidando a esa mujer de pueblo, mujer creyente, toda de Dios y toda nuestra.
Pies de barro y corazón de cielo.
Así también, cierta catequesis errónea ha impuesto el criterio de excepción y de privilegio que diferencie de manera raigal a María de Nazareth del resto de la humanidad, relegando y renegando de la gratuidad insondable del amor de Dios.
No hay obligación o capricho divino, no hay obcecada pretensión humana. Sólo prima la elección gratuita y amorosa de Dios, y así la Salvación es la expresión mayor de la soberanía de Dios, absolutamente libre, absolutamente incondicional, absolutamente amorosa.
Así entonces, la Inmaculada Concepción de María no es una cuestión de fé de la Santísima Virgen, sino una luminosa señal de la bondad de Dios, que interviene en la historia aún cuando no haya respuesta previa del creyente.
María Inmaculada nos habla hoy de un Dios que tiene todas las primacías, que desde su infinita eternidad decide la salvación de la humanidad, una transparencia que recree la vida desde la pequeñez de esa muchacha nazarena.
Clave y luz de los corazones, la Inmaculada nos recuerda el amor de Dios en nosotros que redime y santifica.
Ella es Madre de buenas noticias, de que Dios nos ama desde siempre, que nos resguarda en sus manos paternas, que guarda nuestros pasos, que nos sueña plenos, felices, eternos interviniendo Él mismo en la pequeñez de nuestras existencias, paso salvador de Dios por nuestra cotidianeidad.
Paz y Bien
1 comentarios:
Gracias, feliz y santo año jubilar de la misericordia, un fuerte abrazo.
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