Para el día de hoy (13/12/12):
Evangelio según San Mateo 11, 11-15
(La presencia de Juan el Bautista a través de todo el Adviento es imprescindible a la hora de allanar los caminos de nuestros corazones, de restaurar lo que está derrumbado, del regreso de los extraviados, de sanar las heridas que separan a las familias y lesiones a las comunidades.
Su llamado se hace profecía porque anuncia al que viene y denuncia todo lo que se opone a los sueños de Dios, y su voz es un llamado a la conversión y a la justicia.
Hay mucho que sanar, hay mucho que cambiar y corregir, y quizás nuestros Advientos han estado, durante mucho tiempo, revestidos de un tinte romántico, bucólico e inocuo, y así no se honra a ese Dios que se hace uno de nosotros por amor entrañable.
En el tiempo de la Gracia, la integridad del Bautista nos conduce nuevamente a los caminos rectos, a las huellas de liberación, a veredas de justicia y fraternidad.
La Encarnación es el tiempo santo de Dios y el hombre, pero es imprescindible que volvamos a permitirnos en las honduras de nuestras almas la presencia de Dios, dejar a Dios ser Dios.
Un Niño en brazos de su Madre nos aguarda, nos viene naciendo la Salvación)
Paz y Bien
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