Para el día de hoy (03/08/13):
Evangelio según San Mateo 14, 1-12
(El tetrarca de Galilea y Perea, Herodes Antipas, era un hombre profundamente supersticioso que ejercía un poder omnímodo sobre sus dominios, jamás limitado por ninguna ética, y que a la vez buscaba no enemistarse con el Imperio Romano de quien era vasallo, y quien a su vez sostenía su corona.
Para este reyezuelo -tan similar en su desmesura y crueldad a los poderosos de ayer y de hoy- un hombre íntegro y de voz fuerte como el Bautista es una peligrosa amenaza a ser suprimida. Máxime si ese hombre denuncia públicamente su corrupción.
Los hambrientos de verdad y de justicia, los profetas, jamás se acomodan ni le ponen edulcorante a su mensaje, por más amargo que se aparezca. Nunca son light, jamás se aligeran por conveniencia.
En la mesa de Herodes Antipas, tetrarca de Galilea y Perea, se sientan nobles y poderosos del lugar, oficiales romanos, hombres de indudable injerencia política, en donde el rumor y la apariencia adquieren un carácter rector. En la fiesta de cumpleaños de Herodes se comparan poderes e influencias, y ese tirano supersticioso decidirá la muerte de un justo luego de una erótica danza que nada tiene de amor. Y la muerte de ese hombre cabal será motivo de festejo, el espanto de una cabeza en una bandeja.
Pero el tetrarca seguía preocupado. Cada vez que un profeta cae, el Espíritu de Dios nos florece muchos más para enderezar los caminos torcidos. Y el motivo de su preocupación es un rabbí galileo, famoso por hablar de un Dios Abba bondadoso, conocido por sanar toda dolencia y restaurar vidas sometidas por la exclusión.
En la mesa de Jesús de Nazareth la vida se celebra, y se seguirá celebrando a pesar de cualquier amenaza que se cierna sobre el horizonte.)
Paz y Bien
4 comentarios:
Ojalá algún día, todos los humanos estemos sentados a la mesa con el Señor Jesús, sin distingos de ninguna clase y se acabe tanta injusticia por culpa de ambiciones mundanas.
Gracias por regalarnos tan gratificantes palabras el día de hoy.
Un abrazo.
Hola, saludos y un fuerte abrazo.
Mil gracias por esta maravillosa entrada. Que esta reflexión en verdad sea un gran estimulo para ser más justos y buscar todos juntos el estar en la presencia del Señor que es también justicia y dignidad.
Dios te bendiga.
Mi agradecimiento por tu fraterna y cálida presencia, querido Rafael.
Un abrazo
Paz y Bien
Ricardo
Gracias, Fray Rodolfo, por tu presencia y tus palabras.
He visto en tu blog que has sido bendecido hace muy poco con el orden sagrado, así que desde esta Buenos Aires al sur de nuestra Latinoamérica, mi pobre oración para que el Dios de la Vida sostenga tu ministerio, acreciente tu profesión religiosa y la de tu comunidad y, por sobre todo, que colme tu vida de esa Gracia que es salud, que es paz, que es alegría, que es vida fecunda. Y me tomo el atrevimiento de pedir tu bendición para mi familia y para este hermano tuyo que está agradecido por este signo de que somos -sin dudas- una asombrosa familia grande.
Un abrazo grande
Paz y Bien
Ricardo
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