Jesús, toda dogmática sobre ti es buena,
y gustosamente afirmo de la misma:
«Yo creo; Señor, ayuda mi incredulidad».
Pero esa dogmática es buena solamente
porque puede aclararme la propia imagen
que de ti llevo en mi interior,
mas nunca me clarificará a ti mismo tal como Tú
-mediante to Espíritu- te manifiestas a mi corazón:
silenciosamente sales a mi encuentro
en el camino de mi vida,
como experiencia de toda gracia interior.
Sales a mi encuentro en el prójimo,
al que debo entregarme sin esperar nada a cambio;
en la fidelidad a la conciencia, a la que debo seguir
sin percibir ganancia alguna;
en el amor y en la alegría,
que no son más que promesa
y me cuestionan si merece la pena creer
en el amor y alegría eternos;
en la oscura agua de la muerte,
que lentamente asciende desde el pozo de mi corazón;
en las tinieblas de la muerte,
que se muere a todo lo largo de la vida;
en la monotonía de los pesados servicios de la agitación diaria;
sales a mi encuentro por doquier, Tú,
el Íntimo, el Innominado o el Llamado por Tu nombre.
En todo busco a Dios para huir de la nada asesina
y no puedo abandonar el hombre que soy, al que amo.
Pues todo te confiesa...
Karl Rahner, S.J.
y gustosamente afirmo de la misma:
«Yo creo; Señor, ayuda mi incredulidad».
Pero esa dogmática es buena solamente
porque puede aclararme la propia imagen
que de ti llevo en mi interior,
mas nunca me clarificará a ti mismo tal como Tú
-mediante to Espíritu- te manifiestas a mi corazón:
silenciosamente sales a mi encuentro
en el camino de mi vida,
como experiencia de toda gracia interior.
Sales a mi encuentro en el prójimo,
al que debo entregarme sin esperar nada a cambio;
en la fidelidad a la conciencia, a la que debo seguir
sin percibir ganancia alguna;
en el amor y en la alegría,
que no son más que promesa
y me cuestionan si merece la pena creer
en el amor y alegría eternos;
en la oscura agua de la muerte,
que lentamente asciende desde el pozo de mi corazón;
en las tinieblas de la muerte,
que se muere a todo lo largo de la vida;
en la monotonía de los pesados servicios de la agitación diaria;
sales a mi encuentro por doquier, Tú,
el Íntimo, el Innominado o el Llamado por Tu nombre.
En todo busco a Dios para huir de la nada asesina
y no puedo abandonar el hombre que soy, al que amo.
Pues todo te confiesa...
Karl Rahner, S.J.
2 comentarios:
Hoy, más que ayer, sé que mi vida está en sus MANOS, pero también sé que espera que yo ponga de mi parte todos los dones recibidos a su disposición, para que abierto al ESPÍRITU, ÉL, el ESPÍRITU, pueda guiarme y hacer maravillas según la VOLUNTAD del PADRE.
Y esa es mi lucha, y la lucha: vencerme a mí mismo y renunciar a la forma de comerme la
manzana. Esa es la cruz que tengo que cargar y, agarrado a ÉL, avanzar confiado y esperanzado en que llegará la muerte, pero una muerte de cruz que será vencida con la Resurrección de una vida que continua, pero ahora triunfante y gloriosa.
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.
Hay Vida para siempre, hermano y amigo, y no tanto por los méritos de cada uno sino por la Infiniata Misericordia de un Padre Dios que no ha vacilado en entregar a su propio Hijo por cada uno de nosotros. Un abrazo en Cristo y María. Paz y Bien. Ricardo
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