Ya nada será igual... La Vida vence a la muerte


Para el día de hoy (11/04/09):
Evangelio según San Marcos, 16, 1-8
(Jesús ha muerto.

Su cuerpo destrozado quedará tres días enteros en esa sepultura.

Carne muerta, Dios anonadado.

En esa vacío de muerte, campea la muerte que es también soledad.
Hay muerte.
No hay movimiento, no se puede sentir más, no hay más palabras de amor.

Él se entregó voluntariamente a esa muerte para evitar el morir de todos nosotros.
Ha pagado con creces nuestro rescate.

Pero -¡locura absoluta!- es un muerto que no se queda quieto.

Ha llegado a lus justos de toda la historia de la Humanidad.

Y llega a nuestra soledad, a nuestra quietud total, a nuestra insensibilidad, a nuestro silencio, a nuestros cuerpos helados.

Y los levanta.

Y corre la pesadísima piedra de nuestra soledad que nos parece teñida del color de lo absoluto.

La muerte no tendrá la última palabra.
No señores.
Su Palabra de Amor infinito llega a nuestra muerte actual.

En este tejido asombroso que llamamos historia, en donde la lógica indica que todo está rodeado de un muro infranqueable llamado muerte, Él, la Vida, ha abierto una puerta de una vez y para siempre.

Habrá que dar el paso, como ha dado el paso el Pueblo Elegido al cruzar el mar que lo separaba de la liberación.
Habrá que dar el paso, desde la muerte a la Vida.

Nada será igual, ahora todo cobrará sentido.
La Vida se expande incontenible.

Que el Espíritu del Resucitado nos quite el miedo, nos haga salir corriendo como esas mujeres.
Hay que apurarse a avisar a los hermanos que volvió la Vida, que es posible la alegría, que llevamos inscrito en lo profundo un destino cierto de plenitud.

Muy Feliz Pascua de Resurrección para todos.)

Paz y Bien



0 comentarios:

Publicar un comentario

ir arriba