Oración de un desocupado
Padre,
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.
Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así,
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mírame
el corazón,!
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuello
Juan Gelman
(poeta argentino)
Padre,
desde los cielos bájate, he olvidado
las oraciones que me enseñó la abuela,
pobrecita, ella reposa ahora,
no tiene que lavar, limpiar, no tiene
que preocuparse andando el día por la ropa,
no tiene que velar la noche, pena y pena,
rezar, pedirte cosas, rezongarte dulcemente.
Desde los cielos bájate, si estás, bájate entonces,
que me muero de hambre en esta esquina,
que no sé de qué sirve haber nacido,
que me miro las manos rechazadas,
que no hay trabajo, no hay,
bájate un poco, contempla
esto que soy, este zapato roto,
esta angustia, este estómago vacío,
esta ciudad sin pan para mis dientes, la fiebre
cavándome la carne,
este dormir así,
bajo la lluvia, castigado por el frío, perseguido
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
tócame el alma, mírame
el corazón,!
yo no robé, no asesiné, fui niño
y en cambio me golpean y golpean,
te digo que no entiendo, Padre, bájate,
si estás, que busco
resignación en mí y no tengo y voy
a agarrarme la rabia y a afilarla
para pegar y voy
a gritar a sangre en cuello
Juan Gelman
(poeta argentino)
3 comentarios:
No tengo palabras para expresar la angustia y el sufrimiento que muchos padecen y experimentan. Tampoco sé que puede pasar por sus cabezas en esos momentos de desesperación y dolor. Doy gracias, simplemente, por, hasta hoy, haber podido soportar mis propios sufrimientos, y encontrar en el SEÑOR mi esperanza y sentido. Y eso es lo que quisiera transmitir a los que sufren, pero ante tanto dolor no me atrevo, pues no encuentro las fuerzas para poder suplantarlos. Sólo, como en el anterior comentario, puedo decir:¡SEÑOR, me pongo en tus MANOS!
Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.
Esto nos tiene que interpelar a toda la sociedad. El protagonista podemos ser cualquiera de nosotros mañana. Hoy, la solidaridad tiene que ser nuestra respuesta. La oración va dirigida al Señor, pero somos nosotros quienes debemos responder porque, como decía el Papa Juan Pablo, “Dios confía el hombre al hombre”.
Amigos míos, he publicado este poema porque tiene la fuerza de un salmo... Es indudable que en el mundo que estamos viviendo, la violencia se ejerce de muchas formas, y no sólo físicamente o mediante el uso de las armas. Y por allí pasa nuestra tarea: hacedores de paz desde la justicia... Y para eso, sólo podemos hacer pié en la confianza y en la oración. Un gran abrazo a ambos en el Resucitado y en María. Paz y Bien. Ricardo
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