Para el día de hoy (23/04/09):
Evangelio según San Juan, 3, 31-36
(El Maestro no deja lugar a dudas.
Él viene de lo alto, y dá testimonio de quién es y de cómo es el Padre.
Se hizo uno de nosotros para contarnos que el Padre nos ama infinitamente, que quiere habitar en nosotros, que quiere que tengamos vida abundante, que quiere nuestra felicidad.
-El mundo -y nosotros como parte de el- seguimos llenos de palabras de aquí abajo, y no deja espacio a lo que viene de lo alto, cierra el corazón, suplanta lo eterno con sucedáneos temporales que tienen olor a muerte...-
La bondad de Dios es Infinita: más allá de nuestros méritos, sólo pide que le abramos el corazón a una Vida y a una felicidad que no son sólo promesas para el futuro...
Por su Espíritu, la Vida en la Gracia nos concede felicidad y vida en abundancia en el día a día, tenemos la plenitud al alcance de la mano y a veces, la vemos pero no la miramos.
Así como Jesús dá testimonio del cariño de un Padre para con todos sus hijos -la humanidad, cada uno de nosotros-, estamos llamados a dar testimonio del cariño y del Amor de ese Hijo que es Señor y hermano y que ha venido nada más y nada menos que para que seamos felices y vivamos para siempre)
Paz y Bien
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