Santa María de Guadalupe:
A ti que nos amas con especial ternura,
velas por nosotros con maternal intercesión
y nos procuras siempre tu eficaz ayuda
suplicamos tu protección y auxilio
para superar pronto esta epidemia
que ha venido a afectar nuestra nación.
Cúbrenos con tu manto,
líbranos de este mal.
Ruega por todas las autoridades
y por quienes tienen poder de decisión
para que sepan establecer medidas y prioridades
para prevenir y ayudar a toda la población,
y en particular a quienes son más vulnerables.
Concédenos prudencia y serenidad
para actuar con mucha responsabilidad
y así evitar ser contagiados o contagiar.
Socorre al personal de salud,
vela por la recuperación de los enfermos
y sé consuelo de quien se encuentran en duelo.
Madre del Verdadero Dios por quien se vive,
Tú que nos has rescatado de otras plagas,
encomiéndanos a la misericordia
de Aquel que nos sanó con Sus llagas
y nos libró de la muerte con Su Resurrección.
Enséñanos a unir nuestro dolor al Suyo
para hallarle sentido redentor
y salir de esta adversidad fortalecidos
en la fe, la esperanza y el amor. Amén.
+ Norberto Card. Rivera Carrera
Arzobispo Primado de México
(oración a María de Guadalupe, difundida por la Conferencia del Episcopado Mexicano frente a la grave crisis que atraviesan nuestros hermanos Mexicanos por la epidemia de influenza, y que es a la vez una seria amenaza para nuestros pueblos. Me uno en la oración a María por nuestros hermanos y por toda nuestra gente e invito a todos los amigos, hermanos y lectores a hacerlo. Muchas gracias. Paz y Bien. Ricardo)
A ti que nos amas con especial ternura,
velas por nosotros con maternal intercesión
y nos procuras siempre tu eficaz ayuda
suplicamos tu protección y auxilio
para superar pronto esta epidemia
que ha venido a afectar nuestra nación.
Cúbrenos con tu manto,
líbranos de este mal.
Ruega por todas las autoridades
y por quienes tienen poder de decisión
para que sepan establecer medidas y prioridades
para prevenir y ayudar a toda la población,
y en particular a quienes son más vulnerables.
Concédenos prudencia y serenidad
para actuar con mucha responsabilidad
y así evitar ser contagiados o contagiar.
Socorre al personal de salud,
vela por la recuperación de los enfermos
y sé consuelo de quien se encuentran en duelo.
Madre del Verdadero Dios por quien se vive,
Tú que nos has rescatado de otras plagas,
encomiéndanos a la misericordia
de Aquel que nos sanó con Sus llagas
y nos libró de la muerte con Su Resurrección.
Enséñanos a unir nuestro dolor al Suyo
para hallarle sentido redentor
y salir de esta adversidad fortalecidos
en la fe, la esperanza y el amor. Amén.
+ Norberto Card. Rivera Carrera
Arzobispo Primado de México
(oración a María de Guadalupe, difundida por la Conferencia del Episcopado Mexicano frente a la grave crisis que atraviesan nuestros hermanos Mexicanos por la epidemia de influenza, y que es a la vez una seria amenaza para nuestros pueblos. Me uno en la oración a María por nuestros hermanos y por toda nuestra gente e invito a todos los amigos, hermanos y lectores a hacerlo. Muchas gracias. Paz y Bien. Ricardo)
6 comentarios:
Gracias hermano por esta oración, la he bajado y vuelto a subir a mi blog,una para ofrecer eucaristías y rezos y dos para pegarla e invitar a otros a que lo hagan. Saludos Gracias y bendiciones
Gracias Ricardo por tener un corazon compasivo apoyarnos en este duro memento.
DIOS te bendiga.
un beso
Gaudiumlux, gracias por tu presencia y tus palabras,y seguiremos tratando de sembrar la esperanza con Jesús desde la oración que nos une. Paz y Bien. Ricardo
Andy, no tienes que agradecer; aunque sean momentos de gran angustia, siempre estamos a tiempo de darnos cuenta que lo que le sucede a uno de nosotros nos sucede a todos. Un abrazo fraterno en Cristo y María, y no vamos a cejar en la oración y en todo lo que se pueda hacer. Paz y Bien. Ricardo
Esta mañana compartía con Hilda mi preocupación por todo lo que pasa en su país. Precisamente, en Potosí está centrada, al menos en el mapa que he visto, la pandemia fuertemente. Ha habído muertes. Gracias a DIOS, ella y su familia están a salvo, pero hay amigos que lo pasan muy mal y están enfermos.
Me uno a todas sus oraciones, y quisiera poder hacer algo por remediar su dolor. Me uno al padre y ofrezco mi cruz de cada día, para que sus dolores y sufrimientos encuentren armonía, paz y fortaleza en el SEÑOR.
Un abrazo en XTO.JESÚS.
Salvador, debo confesarte que estoy muy preocupado por los hermanos mexicanos y también, por todos los demás. Me aterra pensar lo que podría hacer una enfermedad así entre nuestros hermanos más pobres de aquí, gente que vive hacinada, sin los recursos básicos como el agua corriente y con bajas defensas por una alimentación que es cuanto menos, insuficiente. Por eso, más que nunca hay que orar y ponerse en manos de Dios... y que nos abra los ojos para que los temores no nos paralicen y nos impidan ser solidarios. Te mando un gran abrazo. Paz y Bien. Ricardo
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