María, Auxilio de los cristianos
Para el día de hoy (24/05/14)
Evangelio según San Juan 1, 1-11
Don Bosco lo sabía bien, con esa certeza que nace en las profundidades de los corazones cálidos de fé.
María, la que se ocupa y preocupa de que a todos los hijos no le falte nunca el vino bueno y nuevo, el vino de la alegría, el vino que vuelve a encender la vida que se está apagando, Madre a la que el Hijo nada le niega. Porque en donde está la Madre, indefectiblemente está el Hijo.
Hija luminosa y santa de Israel, es la más pequeña de todos y Ella misma lo sabe, y sabe de todas las maravillas que Dios hace en su vida. De tan pequeña es tan grande, Reina de toda la creación desde su corazón enorme.
Madre y esposa, es la imagen perfecta de la justicia. Ama de casa incansable, atenta a las necesidades de todos, negándose a sí misma para darse por entero sin reservarse nada, para que a nadie nada le falte, para que cada hogar tenga calidez para crecer, para que cada uno tenga lo suyo -guisos y pucheros que se agrandan con la fuerza maravillosa de la ternura-, heroína que mantiene todos los hambres a raya.
Consuelo de los afligidos, siempre firme al pié de nuestras cruces, compañera de los humillados, muchacha de pies descalzos que no se demora jamás frente a las angustias de los necesitados.
Nuestra flor más bella, nuestro árbol más frutal, perpetuo socorro en todo lo que hacemos, como mujer de la Palabra es hija, es madre y es discípula junto a nuestros pasos vacilantes.
Madre del Señor, Madre de la Iglesia, auxilio cierto de todos los cristianos que acuden a ella con confianza en las amenazas que nos acosan, y que es baluarte de nuestras esperanzas.
Paz y Bien
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