Martirio de San Juan Bautista
Para el día de hoy (29/08/16):
Evangelio según San Marcos 6, 17-29
Él no buscaba la gloria propia, el reconocimiento público, las loas populares. Creía en su misión porque en su misión servía a Dios, aún cuando ello significaba alejarse de los palacios, la pompa y el fasto. Su palacio era el desierto, sus ropajes eran pieles de animales salvajes, sus manjares, langostas y miel silvestre.
Fiel a su Dios, fiel a su Ley, fiel a la Alianza, con todo y a pesar de todo, a pesar de poner en riesgo la vida.
Jubiloso testigo del Esposo, testigo incólume de la verdad, fidelidad sin medias tintas, total, sin reservas.
La lectura superficial de los hechos que condujeron a su muerte puede enlutarnos, revestirnos de horror, de espanto y tristeza, del mismo modo que cuando se atropella la vida de un inocente. El rencor de una mujer, el temor supersticioso de un hombre del poder que prefiere ser esclavo de las veleidades de la opinión de los obsecuentes y de su propia imagen que vivir conforme a una verdad que percibe pero que a su vez niega en los hechos.
La mazmorra para el Bautista es el torpe intento de silenciar una voz veraz que no se calla.
Pero es posible mirar y ver desde otra perspectiva, el ámbito de la fé.
La fidelidad de Juan hasta el fin es la señal del comienzo del ministerio de Jesús de Nazareth. La muerte no es la sentencia del bruto opresor, sino el fruto de un hombre enteramente libre, libérrimo a pesar de estar en la mazmorra, mientras que el prisionero es Herodes en el palacio.
La muerte de Juan también preanuncia la Pasión del Señor.
La Iglesia hace memoria hoy del martirio de Juan y, con él, un humilde y grato homenaje a los que no se doblegan ante ningún ídolo, a los que permanecen fieles a la verdad, a su vociación, firmes en la justicia, tenaces en la fé.
Paz y Bien
2 comentarios:
Muy bueno, muy lindo blog
Muchas, gracias, un abrazo a Gonzalo Agustín y su otro hijo que Dios los bendiga, y bendiga su familia ,gracias,La fidelidad de Juan hasta el fin es la señal del comienzo del ministerio de Jesús de Nazareth, es verdad, gracias.
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