No tengo ni oro ni plata.
Sólo tengo un verso,
que sabe de una esperanza
con sol de desierto,
no tengo más que estas manos
que se abren al cielo.
Te ayudará mirar alto,
a los ojos de tu Padre,
que hará que en silencio sientas
como el pecho se abre.
No tengo más que esta vida,
con ella me alcanza,
para contarte que un día,
cansado de mirar al suelo,
un ángel rozó mi herida
y la llenó de consuelo.
No tengo ni quiero plata,
si aquí esta Dios estoy lleno.
No tengo ni oro ni plata,
Te doy lo que tengo.
“En nombre de Jesucristo,
Levanta tu cuerpo.”
¿por qué quedarse en la puerta
si puedes entrar al templo?
Sólo piensa que es posible
que emprendas este camino,
no depende de la suerte,
no está escrito tu destino.
Sólo depende si quieres
volver o no a casa.
Se bien que lo has intentado
y que has caído mil veces,
pero si tu se lo pides
El puede hacer que regreses.
Pues no e s eterna la noche,
la vida en Dios amanece.
Martín Duarte
aquí se puede escuchar:
Sólo tengo un verso,
que sabe de una esperanza
con sol de desierto,
no tengo más que estas manos
que se abren al cielo.
Te ayudará mirar alto,
a los ojos de tu Padre,
que hará que en silencio sientas
como el pecho se abre.
No tengo más que esta vida,
con ella me alcanza,
para contarte que un día,
cansado de mirar al suelo,
un ángel rozó mi herida
y la llenó de consuelo.
No tengo ni quiero plata,
si aquí esta Dios estoy lleno.
No tengo ni oro ni plata,
Te doy lo que tengo.
“En nombre de Jesucristo,
Levanta tu cuerpo.”
¿por qué quedarse en la puerta
si puedes entrar al templo?
Sólo piensa que es posible
que emprendas este camino,
no depende de la suerte,
no está escrito tu destino.
Sólo depende si quieres
volver o no a casa.
Se bien que lo has intentado
y que has caído mil veces,
pero si tu se lo pides
El puede hacer que regreses.
Pues no e s eterna la noche,
la vida en Dios amanece.
Martín Duarte
4 comentarios:
Gracias por dar lo que tienes...
Hola:
No es necesaria riqueza cuando se tiene el alma plena de fe en Dios, su precensia es la única que salva y gratifica.
Saludos.
Estimado Yanka, el agradecido soy yo por tus palabras; pero tu sabes tan bien como yo -lo haces a diario en tu blog- que nada nos pertenece, sólo lo que damosy especialmente lo que compartimos desde la gratuidad, con nuestras luces y sombras.
Un abrazo en Cristo que viene y en María del Sí a Dios.
Paz y Bien
Ricardo
Así es, amigo Rafael: todo perece excepto las cosas de Dios, sólo Dios basta.
Un saludo en Cristo que viene a nacer en nosotros, y en María, la del Sí a Dios
Paz y Bien
Ricardo
Publicar un comentario