Para el día de hoy (21/12/09):
Evangelio según San Lucas 1, 39-45
(La llegada del Niño Santo, del Dios con nosotros es inminente.
Pero tan misteriosos son los caminos de Dios y tan maravillosos que no llegará de golpe, espectacularmente, por sí mismo. Se vale de sus hijas e hijos, y como si esto no fuera poco, les pide permiso!.
Viene el Esperado, llega el que es nuestro hermano y nuestro Señor, está muy cerca nuestra liberación.
Uno de los bellos colores de este prisma que es la Visitación de María: este mundo nos planta su bandera de batalla de la esterilidad, de lo fatuo, de lo que perece.
Y hay muchas vidas que aún confían y esperan sumergidas en el oprobio de la inhumanidad impuesta.
Pero la oración siempre es escuchada.
Al igual que Isabel, que en su vejez y en su esterilidad sería madre por la bondad de un Dios que nunca abandona a sus hijos, así también con los antiguos profetas pordemos gritar fuerte: -¡La tristeza se convertirá en gozo!-
El Salvador esperado ayer y hoy viene, está a sólo unos pasos. Y no viene solo.
Viene porque una mínima muchachita judía de corazón infinito ha dicho Sí! y ha transformado la historia.
Esa Mujer trae en sí la Salvación, y con el Niño que Salva en su interior, se dispone sin ninguna demora ni excusa al encuentro de quien la necesita.
Se llamaba Isabel.
Hoy podemos poner muchos nombres -al menos, los que conozcamos, pero son muchas gentes encerradas por largo tiempo como Isabel- pero el darse de María es el mismo:
El Salvador viene de la mano de una Mujer, es llevado de una persona a los otros.
La alegría infinita de María, cuando ingresa a la casa de Zacarías e Isabel, será la alegría de su prima.
La alegría no es tal cuando no se comparte y no se dá.
Allá vamos debería llamarse el Adviento también: llevamos en vasijas de barro al Salvador que está por llegar en cualquier momento, para mayor gloria de Dios, para alegría del pueblo, para liberación de nuestros hermanos encerrados en la esterilidad de su tristeza y sus miserias, propias e impuestas.
Hay que ponerse en marcha sin demoras)
Paz y Bien
Del ir y del darse
Contenidos:
Adviento 2009,
Evangelio para cada día,
María
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