Sólo nos llevaremos con nosotros lo eterno

 





Para el día de hoy (01/03/21):

Evangelio según San Lucas 6, 36-38





Hay varias cosas de las cuales tenemos certeza, y otras tantas que damos por supuestas, creyéndolas saber o comprender.


Por un lado, la certeza de que esta vida es limitada, finita y muy escasa, es decir, que inevitablemente moriremos. Desde allí, la mente humana a lo largo de la historia ha tejido múltiples sucedáneos que le ayuden a sobrellevar lo inexorable de la existencia, especialmente en el plano religioso.

Sin embargo, hablamos aquí acerca de lo que solemos crear como sucedáneos o escapatorias y creencias convenientemente acomodadas a nuestras necesidades; así solemos dejar de lado el anuncio maravilloso de la Buena Noticia de Jesús, la sorprendente e increíble acción de la Gracia que llueve como agua buena sobre todos, sin excepción, la contundencia inesperada de una vida que no finalizará jamás.


A la vez, articulamos en nuestras conveniencias cierto comercio espiritual o bien una modalidad de un dios castigador que nos espera severo en nuestro final, dispuesto como juez y verdugo eficaz de acuerdo a los méritos o deméritos acumulados.


No es así el Dios de Jesús de Nazareth.

El Dios de Jesús es Padre y Madre que dispensa amor infinito a todas sus hijas e hijos, y su justicia se expresa en la misericordia, un corazón sagrado puesto para siempre en la raíz de nuestras miserias.


Reconocer a Dios como Abbá ha de ser entonces nuestro rumbo y nuestro distingo, la existencia toda puesta allí en donde florece el dolor, renegar de una vez y para siempre nuestra postura de espectadores que apenas se conmueven con el sufrimiento ajeno cuando pasa de largo. Es hacerse próximo/prójimo, asumir como propia la cruz del hermano, que el sufrimiento compartido -com pathos- se hace llevadero.


Cuando sea el tiempo de irnos, todo quedará, dinero, bienes, torpezas, afectos partidos, banalidades, todo lo que perece.

Sólo llevaremos con nosotros lo eterno, lo que permanece para siempre, la compasión que hayamos ejercido y la misericordia a la que nos atrevamos.


Paz y Bien

1 comentarios:

Walter Fernández dijo...

Que seamos Misericordiosos como el Padre, con la ayuda del Hijo 🙏 Paz y Bien 🙏 bendecido mes y Bendecida Semana que comienza 🙏

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