Para el día de hoy (18/03/21):
Evangelio según San Juan 5, 31-47
Jesús de Nazareth fue sometido a varios juicios, aunque en la práctica a un sólo proceso judicial -el del Sanedrín-, más allá aún de la condena del pretor romano.
Esos juicios anticipados iban señalando y anticipando un derrotero de rechazos y odios que lo conducirían a las horas decisivas de la Pasión. En todos esos hechos y sucesos podemos descubrir y rastrear ciertas actitudes que atraviesan toda la historia y persisten hasta nuestros días: es el rechazo a Dios y a los signos de Dios porque no se condicen ni adaptan a las imágenes y esquemas que de Él nos hemos creado.
También se juegan otros intereses, prebendas, prestigio y poder; en la escala de valores se ubica en la cumbre normas, ritos y preceptos a cumplir, que necesariamente han de tener por consecuencia el rechazo a ese Dios al que se pretende -torpemente y con cierta soberbia- defender, y así con violencia específica rechazar a su Enviado...y a todos las hermanas y hermanos del Enviado que a través de los tiempos se vuelven testigos y signos vivos del Dios de la Vida.
Puede ser que duela, decididamente ha de molestar y desestabilizará más de una mente. Bendito sea Dios por ello.
Él se escapa de nuestros moldes, y es muy distinto de los dibujos que solemos inventarnos por nuestra comodidad y a favor de nuestra conveniencia.
Un Dios así, tan Padre y tan generoso, desinteresado de todo aquello que no sea el bien y la plenitud de la humanidad, un Dios que se hace presente en cada hecho de liberación, en cada gesto de bondad, en cada acto compasivo, es un Dios muy inconveniente.
Ese Dios inconveniente es el Padre de nuestro Señor Jesucristo, el mismo que prefiere levantar a los caídos, sanar a los enfermos, restablecer a los excluidos, liberar a los oprimidos antes que llenarse de palabras que nada digan.
Dios es Palabra que crea, que re-crea y libera.
Paz y Bien
1 comentarios:
Señor, haz de nosotros, Hombres y Mujeres nuevas 🙏 Paz y Bien 🙏
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