Para el día de hoy (13/09/13):
Evangelio según San Lucas 6, 37-42
(La ceguera es, ante todo, una endemia espiritual. Pues obviamente el Maestro no se dirige a los no videntes, sino más bien a todos aquellos que por distintos motivos pasamos este corto tiempo que nos suele tocar vivir como ciegos, mirando sin ver, renegados de toda verdad por evidente que ella sea.
Esta ceguera persistente se manifiesta de múltiples modos, aunque su raíz sea siempre la misma. La ceguera de la propia ideología que no acepta ningún disenso u opinión diferente o en contrario. La ceguera de relativizar todo. La ceguera de mirar un simple árbol e ignorar flagrantemente el bosque que lo contiene y del cual forma parte sustancial. La ceguera de no ver al que sufre a tu lado. La ceguera -humanamente apóstata- del egoísmo, de preocuparse y ocuparse por lo que perece. La ceguera de lo que se impone antes de lo que se propone. La ceguera de la desesperanza, de la resignación, de los imposibles instaurados, del qué le vamos a hacer.
Todo ello se agiganta cuando esta ceguera campea en los corazones de los que tienen funciones dirigenciales, jerárquicas o de liderazgos. Esas cegueras, necesariamente, conducen al abismo.
Quizás entonces el mundo no sea otra cosa que un nutrido grupo de repúblicas de ciegos, o más bien, de enceguecidos, vidas opacas sin color ni tonalidades que se acepten y toleren, matices que nos enriquecen.
Por eso es menester atreverse a abrir bien los ojos, a despejarnos de tantas vigas que gustamos de portar, a la magnífica rebeldía de abrir los ojos y empaparse de verdad. Para germinar, para crecer y florecer, porque todo es posible, porque todo se nos ha dado, porque es el tiempo de la Gracia)
Paz y Bien
1 comentarios:
Interesante Post feliz fin de semana Saludos
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