Las higueras

Para el día de hoy (01/06/12):

Evangelio según San Marcos 11, 11-25

(La Palabra para el día de hoy tiene un distingo especial, y es el continuo movimiento de Jesús, Él vá y viene, ingresa en Jerusalem y sale de la ciudad santa, camina hacia Betania como entra en nuestras existencias a diario, camina en nosotros y con nosotros, nos parece que se ha ido y lo reencontramos en nuestras honduras, nos derriba los trueques del alma, nos grita el dispendio inútil de nuestras vidas cuando adolecen de fruto.

Y así nos encontramos con las higueras, higueras vividas de hojas brillantes -pura apariencia y exterioridad- carentes absolutas de frutos nutritivos, higueras templos imponentes en donde todo tiene un precio, negadoras pertinaces de la Gracia que se nos ofrenda incondicionalmente.

Son las mismas higueras rutilantes a las que solemos adherir, higueras del éxito y el poder, higueras de una religiosidad aferrada al culto sin corazón, higueras del porte imponente y avasallador que ocultan a los pobres, que reniegan de los olvidados, higueras que excluyen en nombre de Dios, higueras de una fé que supone a un dios minúsculo y manipulable en la acumulación de méritos piadosos, un dios inaccesible creado a imagen y semejanza de las necesidades de poder y comodidad.

Aunque nos duela, necesitamos imperiosamente recuperar a ese Cristo de los derribos, ese que vuelca nuestras mesas cambistas en donde la Gracia no tiene lugar, un Maestro que nos grite y nos haga enojar por la ausencia de frutos en nuestras menores o mayores frondosidades, porque nuestras vidas son pequeñas y limitadas, y no tenemos demasiado tiempo para este destino frutal para el que hemos sido soñados.

Seguramente nos reencontraremos en la oración y el perdón, bajando desde esas montañas de solidaridad ausente, de compasión olvidada, para regresar al llano de la fraternidad, de la Misericordia, de la fé que es don y misterio constante en cada segundo, en cada respirar, en el milagro que se renueva en cada despertar)

Paz y Bien