Ser iglesia, hoy, aquí, es:
- Vivir como gente humana. Exigiendo y defendiendo el derecho de ser humanos. Luchando para que todos seamos iguales. Trabajando en la construcción de un mundo nuevo, hecho de justicia y de libertad. Sin aflojar y sin doblarse ante la miseria o la opresión. Sin querer aceptar, para nosotros o para los demás, morada, trabajo y vida que no sean propios de personas humanas.
- Vivir como hijos de Dios, porque somos bautizados en Jesucristo y El nos hace hijos de su Padre.
- Formar comunidad con los otros hermanos: amándonos de verdad; ayudándonos unos a otros; no explotando nunca ni mintiendo a nadie; uniéndonos para defender la tierra, la escuela, la salud, la mejora de vida; siendo pueblo del pueblo. Siendo luz y fermento del Evangelio en casa y en la calle, en el trabajo y en las fiestas, en los aprietos y en la alegría.
- Celebrar la eucaristía, para recibir la Palabra de Dios, para participar de la Pascua y para afianzar la comunión con los hermanos.
- Y caminar siempre en la esperanza: porque Dios es Padre, y la tierra es suya y El nos la da a nosotros; y El nos quiere un día a todos, como hijos, en su Casa.
Dom Pedro Casaldáliga, cmf
Obispo Emérito de Sao Félix de Araguaia, Brasil
LAS LÁGRIMAS DE JESÚS
Hace 3 horas.
2 comentarios:
Hermoso...no tengo mucho más que decir. (Tampoco hay mucho para agregar).
Un abrazo. Paz y bien.
Gracias Marcos por andar siempre por aquí. Y es muy cierto lo que decís; a eso le agregaría un largo discurso acerca de vaciarse de demasiados ruidos que portamos para poder escuchar verdaderamente lo que es valioso. Un abrazo. Paz y Bien. Ricardo
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