El profeta necesario




Martirio de San Juan Bautista

Para el día de hoy (29/08/15): .

Evangelio según San Marcos 6, 17-29



Creer en la propia misión no es cosa fácil; más aún, ser fiel hasta las últimas consecuencias a eso que llamamos vocación, que otorga sentido pleno a toda la existencia no es tarea para tibios. 
Juan fué fiel, y sobre él Cristo vertiría como un perfume el elogio cordial mayor: era el profeta hijo de Zacarías e Isabel el más grande entre los nacidos de mujer. 

Como una señal de auxilio y advertencia, Juan jamás se buscó a sí mismo ni se reservaba espacios de solaz refugio. Se encaminaba a su horizonte en la docilidad completa al Espíritu que lo guiaba.

Renegado feliz de comodidades, lujos y reconocimientos, Juan destellaba integridad para todo el pueblo.

Un profeta es necesario pues nunca se calla cuando todos, por temor o connivencia, consienten o enmudecen. Un profeta siempre está presto a anunciar con voz clara y fuerte las cosas de Dios, y no se anda con remilgos ni análisis al denunciar lo que se le opone a ese Dios que lo sustenta. Un profeta anuncia y denuncia.

Juan no cede un ápice con la corrupción, pues la corrupción en todas sus formas acarrea la muerte y nos desciende en humanidad, a pesar de todos los artilugios ideológicos. Juan allana el camino del Mesías en justicia y en verdad, la voz que clama en el desierto.

Con la fuerza de una tormenta de verano que está cediendo, la voz de Juan preanuncia un soleado amanecer que será definitivo, el amanecer de la Gracia, de la Salvación.

Por eso suplicamos recuperar la vista y el oído para prestar atenta escucha a los profetas conque hoy el Espíritu nos bendice.
Por eso hacemos memoria de su martirio y del de tantos hermanas y hermanos: no celebraremos jamás la muerte de un inocente, sino la vida que se ofrenda, la fidelidad sin quebrantos, el permanecer en vela para que no se nos apaguen las esperanzas.

Paz y Bien


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