Oración a Nuestra Señora de Luján






Nuestra Señora de Luján - Patrona de la Argentina

Para el día de hoy (08/05/15):  

Evangelio según San Juan 19, 25-27


¡Salve, Madre de Dios!
En este día que es tuyo y de todos nosotros, y de toda la Iglesia
venimos encendidos de confianza
al altar humilde de tu amor obstinado y tenaz
para poner a tus pies estos corazones nuestros
heridos de desencuentro y doloridos de corrupción
firmes en tu ternura
sin resignarnos a buscar fraternidad y justicia,
en la alegría del Evangelio.

¡Bendita seas, Virgen Gaucha!
porque casi cuatro siglos de tu presencia constante
son la señal certera de que no vamos solos,
librados al azar del mundo.
En tu Dios, que es el nuestro
está nuestra suerte y nuestro destino.

¡Salud, Madre de Luján!
Entre tus manos orantes todo este pueblo quiere crecer
a la luz de la Buena Noticia que te hace feliz
el Espíritu de Dios que nos fecunda y renueva toda la tierra.
Tu manto color de cielo
es la cruz del Sur que guía nuestros andares, y bandera de esta querencia grande.
Te suplicamos por todos nuestros niños
especialmente por aquellos que ya no esperan nada, 
abandonados a pura violencia
Te rogamos por nuestros viejitos,
a menudo tan destratados, 
ninguneados en su sabiduría y en su calidez de abuelos
Y te pedimos con fervor
por todos aquellos que en silencio, 
en el humilde fervor de la integridad,
trabajan sin cesar día a día, 
esforzados y humildes obreros de la integridad
que saben confiarte sus pesares y sus sueños.

¡Alegrate, Llena de Gracia!
Pura y Limpia Concepción
Estrella de la Evangelización
Madre de todos
Hablale a tu Hijo de todos nosotros
Para que la vida del prójimo, don de Dios
sea siempre motivo de celebración
Para que nunca abdiquemos, al igual que Vos
en la búsqueda cordial del hermano, especialmente del más pobre
en donde resplandece el rostro de tu Dios y el nuestro.

¡Ave, María de Luján!
Que sepamos corresponder en serena alegría
a tu fidelidad inclaudicable
para hacer presente el Reino de tu Hijo
aquí, por estos pagos y por todo el mundo.
Y te pedimos con emocionado fervor
que sigas protegiendo a otro hijo de este suelo
que ha sido llamado como obispo de Roma,
vicario de Cristo y servidor de todos,
Francisco, tan tuyo y tan nuestro.
Que el Espíritu de Dios
sostenga y anime su ministerio
y que tu presencia maternal lo siga acompañando.

Amén

Paz y Bien

Ricardo Guillermo Rosano - 08/05/2015






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