Sagrado Corazón de Jesús


Para el día de hoy (19/06/09):
Evangelio según San Juan 19, 1-37

(Le quebraron las piernas a los dos crucificados que estaban con Él, para que murieran.
Cuando iban le llegaba el turno, no pudieron... Ya había muerto.
No pudieron quebrarlo.
Ni en vida, ni muerto tampoco. Si el Señor no lo permitía, nadie le hubiera tocado ni un cabello.
Precede a todos los crucificados en la muerte, para precedernos en la Vida

Los legionarios no le quiebran las piernas, pero aún sigue el odio.
Porque, si estaba muerto ¿cuál es la necesidad de ese lanzazo brutal en el costado?
Es una declaración de principios: que esté destruido para siempre.

Pero el Señor es un muerto inquieto: nos cuenta la Palabra que, al instante de ser transpasado por la lanza romana, brotó sangre y agua.

Sangre que es Alianza nueva, sangre que es signo de Amor y entrega hasta el final, sangre que se derrama voluntariamente por la humanidad, especialmente por los perdidos, y más especialmente -locura del Reino- por aquellos que buscan el reaseguro de su muerte.

Brota agua también.
Ese agua que es el principio y fundamento biológico de la vida.
Brota agua anunciando que nunca jamás estaremos solos, que su Espíritu permanecerá en nosotros por siempre.

Sangre y agua, Amor hasta el fin, Amor que se comunica permanece, Amor que renueva y transforma.

Amor que es ante todo, cosa del corazón antes que de la razón.

El Señor quiere que estos pequeños y marginales corazones que portamos se vuelvan sagrados en la donación de la Vida por los demás, aún cuando estemos atravesados por mil dolores, penas e injusticias.

Amén)

Paz y Bien

2 comentarios:

silvina soul dijo...

a veces es muy bueno recordar lo que le a pasado a Jesus,nos obliga a ser mas fuertes...saludos Silvina

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Gracias por tu presencia y tus palabras, Silvina, y renuevo mi agradecimiento por haber descubierto tu bello blog. Un saludo afectuoso. Paz y Bien. Ricardo

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