EL Sermón del monte: las bienaventuranzas

Para el día de hoy (08/06/09):

Evangelio según San Mateo 4, 25 - 5, 12

(El Maestro sube al monte.
Están por allí los discípulos.

Pero el Señor se dirige a la multitud. A esa multitud que lo buscaba y lo seguía por todas partes.

Algunos, cargando camillas con enfermos.
La mayoría, gente humilde, gente sencilla, gente necesitada.

La mayoría, gente que no cuenta para el mundo.
Gente excluida de la vida.
Gente sobrante.

El Maestro nos establece el camino a seguir, muestra la luz del Reino de su Padre.

Y a todos ellos ignorados y despreciados, de manera contundente, los proclama dichosos, bienaventurados, felices!

¿A quién se le ocurriría, sino sólo a Él, llamar felices a los crucificados diarios del mundo?

Pero el Reino de Dios es ante todo para ellos.

Dios es un Padre constantemente preocupado por el bien y la felicidad de sus hijas e hijos, pero siente particular afecto por los más pequeños, por los más debilitados.

Habrá que comenzar a preguntar y preguntarse si las Bienaventuranzas no son sólo un proyecto de vida para cada uno de nosotros, sino son también mandato y misión.

El Señor proclama la felicidad de los olvidados del mundo, pero nunca ignorados por Dios.
Allí está nuestra misión.
Allí está nuestra alegría que se volverá comunión y resplandecerá el rostro de Jesús cuando verdaderamente seamos esa familia que nos ha regalado, y que llamamos Iglesia)

Paz y Bien