Para el día de hoy (28/06/09):
Evangelio según San Marcos 5, 21-43
( ¿Se pueden, humanamente, agregar palabras cuando en un cuerpo campea la agonía y el dolor?
¿Es posible mirar a los ojos del que sufre, y sostener la vista impávida con otra mirada que no sea la de Jesús?
Frente a la desesperación y al desconsuelo, por nuestra pequeñez y fragilidad, por nuestras miserias y dobleces, es fácil malvender el alma y volverse adictos.
Sí, adictos.
Adictos a ese dios aspirina que muchos pretenden que consumamos sin descanso, opresores impenitentes, imperialistas de las almas de los pobres.
Un dios que es sólo una cruel caricatura llamada sanación.
Pero el Dios de Jesús, Padre suyo y Padre nuestro, es el único y verdadero Dios.
Es la Vida, y como tal, es mucho más que esa pastillita de acción y efecto instantáneos.
El Señor es salud y liberación, pero no es liberación y cura de, sino más bien liberación y cura para...
Habremos pues, entonces, de rogar como Jairo, que Jesús nos cure para vivir y no para la mera supervivencia biológica.
Habremos pues de dejar de adorar falsos dioses de estadísticas y pronósticos, y curarse en el Dios al que le pertenece totalmente la Vida.
-Están muertos ¿para qué siguen molestando?- nos dice la sociedad a cada paso.
El Maestro no tiene en cuenta eso, y nos anima con la fuerza de Su Voz:
-No tengan miedo, basta que crean-
Y creer es dejar que se encarne, que se haga Vida su Palabra en estas vidas nuestras enfermas y macilentas.
Habremos pues, entonces, esperanzados, de aguardar que el Señor nos haga poner de pié y caminar.
Allí está nuestra salud, nuestra paz, nuestra vida en plenitud.
Para mayor gloria y alabanza suya)
Paz y Bien
Reflexión
Hace 3 horas.
4 comentarios:
muchas veces el vacio del alma crea enfermedades,en una epoca de egoismo,las palabras de amor hacen bien,saludos...Silvina
Quisiera compartir que hace dos años una linda joven de 18 años murió de leusemia, fue una gran guerrera por que ella ofrecía todos sus dolores por el prójimo, cuando era una bebe de apenas 1 años ella pedía que la levantaran de su cuna diciendo:kum, kum,. El día de su velorio el sacerdote precisamente leyo el pasaje de ¡Talita Kum! A mi parecer, estas no son concidencias, ella fue un angel y una enseñanza para muchos, Dios la tenga en su santa Gloria.
Silvina: muchas veces me he preguntado lo mismo que tan claramente planteas...¡Cuanto bien puede hacerse, cuanta salud puede prodigarse a menudo con palabras buenas para quien anda en necesidad!
Gracias por tus palabras. Un saludo afectuoso. Paz y Bien. Ricardo
Queoquina: seguramente esa joven vive hoy -y para siempre- en la casa en la que se nos reservó una habitación a cada uno, la casa común del Padre que nos busca y quiere a todos por igual. Te agradezco de todo corazón por este testimonio, de seguro ella intercede por todos nosotros. Un gran abrazo en Cristo y María. Paz y Bien. Ricardo
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