Ofrenda de pobre

Para el día de hoy (06/06/09):

Evangelio según San Marcos 12, 38-44

(El Señor se muestra implacable con los que viven para la apariencia, con los que muestran una faz benéfica pero son sólo lobos disfrazados de ovejas, con los que se aferran al dinero como fuente de poder, con los que explotan a los demás en nombre de preceptos religiosos.

En cambio, alaba la generosidad de la viuda pobre. Porque ella no dá lo que le sobra, dá lo que posee sin hesitar, dá lo poco que posee para subsistir.

Porque el dar es ante todo no soltar las sobras, sino compartir lo propio, es darse a sí mismo.

Pero la viuda que nos relata la Palabra hace una ofrenda de pobre que vá mucho más allá de las dos moneditas que pone en la limosna del Templo -que se utilizaba en parte para el sostenimiento de viudas y huérfasnos-.

La viuda es -ayer y hoy- el marginado que ha depositado sus esperanzas en otro lado, muy pero muy diferente del dinero y del sistema opresor e inhumano.

Vive en y por su esperanza que le permite desprenderse de aquello que posiblemente le sea imprescindible para su subsistencia.

Pero hace silenciosamente una declaración de principios que cuestiona al poder, a los poderosos y al dinero.
Hace una declaración de esperanza, confianza y amor, que es completamente revolucionaria, que anticipa el cielo nuevo y la nueva tierra del Reino de Dios.

Los anawin, los pobres de Dios, de ayer y hoy, los sobrantes, los descartables, cantan al amor y a la solidaridad -de la que andamos careciendo muchísimo- y en su silencio de patria desdentada, cuestionan a este sistema que los desprecia y los relega a una muerte lenta por desprecio y miseria.)

Paz y Bien