Para el día de hoy (25/08/10):
Evangelio según San Mateo 23, 27-32
(El Maestro continúa y hace pleno el camino iniciado varios siglos antes por aquellos enviados de Dios, los profetas.
No es tarea sencilla: la misión profética implica anunciar el proyecto de Dios y, a la vez, denunciar sin hesitar todo lo que se le opone. Es decir, decir en voz alta y con claridad todo lo que es ajeno a la vida, todo lo que conduce a la muerte.
Jesús es plenamente consciente de las consecuencias que puede acarrearle esta actitud: a muchos profetas anteriores a Él no sólo los rechazaron, sino que los persiguieron, los violentaron y los ejecutaron.
Es claro que, a menudo, parecería más sencillo el camino de la violencia que el de la conversión.
Aún así, el Maestro no vacila ni se anda con vueltas.
Tal es el caso del Evangelio para el día de hoy: su voz valiente denuncia la pulcra y pura exterioridad, que a menudo reluce y puede resultar deslumbrante pero que en realidad, es una fachada de muerte y corrupción.
La expresión "sepulcros blanqueados" es contundente, tan dura como cruel será la respuesta de escribas y fariseos.
Hay aquí que hacer un alto, y permitir que la Palabra nos conmueva, nos desestructure, nos interpele... nos violente.
Importa la blancura del corazón que se vuelve feliz, bienaventurado por ver el rostro del Creador. El resto es secundario, accesorio.
Y así como la raíz ética de toda existencia anida en el interior, en el corazón de cada hombre y cada mujer, esa pureza faltante y denunciada también debe hacernos mirar hacia el hoy, enfocar el aquí y el ahora.
No vaya a ser que honremos la memoria de los que se pierden cuando hemos tenido la oportunidad de tender una mano y levantar al caído.
Desde el silencio, que el Espíritu nos haga tomar pala y escoba de oración para barrer de estos patios del alma todo rastro de fariseísmo, y volvernos capaces de alojar vida, vida plena para los hermanos, vida en Dios, vida por Dios, vida con Dios)
Paz y Bien
Sólo estár....
Hace 7 horas.
2 comentarios:
Un saludo muy especial para tu constacia
Aunque no los comente, sí los leo todos
No todos los días
Sí de todos los días
En el Amigo,
Al + Mc
Aquí es donde debo decir que este esfuerzo es mínimo, que esta pequeña disciplina diaria es la que me hace darme cuenta qué me mantiene en pié, que yo no escribo nada de lo verdadero que aquí pueda encontrarse -todas cosas ciertas-
Pero lo verdaderamente milagroso, cuando te das cuenta de la mano del Amigo es cuando vas descubriendo los ecos en el otro, cuando de la mano de los amigos uno disipa las neblinas de la rutina, y se endereza a mirar al sol de frente.
Gracias a vos, hermano
Un abrazo en el Dios Amigo, Padre y Madre
Paz y Bien
Ricardo
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