Para el día de hoy (05/08/10):
Evangelio según San Mateo 16, 13-23
(Shimon bar Jonah ama a su Maestro; y con el impulso del Espíritu lo reconoce:-¡Tu eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo!-.
Y Jesús lo llama bienaventurado, feliz: él ha podido confesarlo con esa contundencia porque así se lo ha revelado el Padre... La fé es, ante todo, un don, una gracia, un regalo que precede al mérito del creyente.
Por esa confesión Shimon cambiará de nombre, pues es una nueva creación, un nuevo ser con una nueva misión: en adelante será conocido como Pedro -Petrus, piedra- pues sobre esa fé que profesa Jesús edificará la comunidad, la asamblea de los fieles, ekklesia, Iglesia.
Su fundamento es pétreo, inconmovible, y la muerte no puede prevalecer; la sostiene el Señor entre sus manos.
Ese fundamento, a su vez, funda una misión eterna: la de atar y desatar.
Será misión de Pedro y de esa asamblea, de esa comunidad, desatar los nudos que atan al mal, llevando adonde vaya perdón y reconciliación.
Y asimismo habrá que constituir nuevos nudos, ligazones buenas y nuevas que aten con vínculos de caridad y libertad a las gentes. Esa misión encomendada es sagrada, en esa misión están las llaves de la vida nueva.
Sin embargo, con todo el fervor con que lo ha confesado, así también Pedro reniega abiertamente de esa cruz que se cierne con certeza en el horizonte del Maestro. Aún debe crecer. Su pensar es acomodadamente humano, adaptado a sus esquemas, no piensa como Dios, y por ello la reprimenda.
En el mandato de Pedro -a sus sucesores los llamamos históricamente pontífices, literalmente, hacedores de puentes- está definida nuestra vocación de discípulos... Constructores y obreros empeñados en tender puentes que unan a los que están separados, abrir senderos de perdón y reconciliación.
Hay que volver a preguntarse cuando nos sumergimos en las aguas oscuras de ciertas discusiones y en los tembladerales de nuestros fracasos, que la comunidad es construida ante todo por Jesús... si Él no construye, todo se derrumba.
Y que la misión, la evangelización, el anuncio de la Buena Nueva comienza y se define por acciones de misericordia que acerquen a los que están alejados, excluidos, olvidados.
Es tarea santa, ineludible e impostergable)
Paz y Bien
Sólo estár....
Hace 7 horas.
4 comentarios:
El resumen de tu meditacón da las respuestas a un urgente cambio de hacer la evangelización.
Hay que volver a preguntarse cuando nos sumergimos en las aguas oscuras de ciertas discusiones y en los tembladerales de nuestros fracasos, que la comunidad es construida ante todo por Jesús... si Él no construye, todo se derrumba.
Y que la misión, la evangelización, el anuncio de la Buena Nueva comienza y se define por acciones de misericordia que acerquen a los que están alejados, excluidos, olvidados.
Es tarea santa, ineludible e impostergable).
Estoy muy de acuerdo, pero nos hace falta que muchos opimen y deseen llevarlo a término
Con ternura
Sor.Cecilia
debemos ser constantes con nosotros mismos y con los demas. Dios es un anclaje seguro.
Hay que ser pacientes, no tener prisa y seguiran llegando, como yo, que apenas hace un anyo renegaba. Por eso confio, porque se donde se haya perdida mucha gente pero nada es imposible. Y menos para el Senor.
Un abrazo y que Dios os bendiga.
Tiene razón, querida sor Cecilia; el acento está en la respuesta que se dé, pues el llamado -eso que llamamos vocación- late en cada corazón de esta comunidad de bautizados.
Quizás debamos volver a una fé sencilla y profunda, confiados en los brazos del Padre y su Providencia infinita.
Un abrazo fraterno para usted y su comunidad en Cristo y María.
Paz y Bien
Ricardo
Oceánida, esa es la clave de la cual a menudo reniego en mis torpezas y limitaciones: la Resurrección ha enviado al destierro a todo imposible, al "no se puede". Ni modo: la casa se construye con paciencia, no tirando en montón los ladrillos, sino paso a paso.
Un abrazo grande en Cristo y María.
Paz y Bien
Ricardo
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