Para el día de hoy (26/08/10):
Evangelio según San Mateo 24, 42-51
(En numerosas ocasiones, la Parusía -el regreso definitivo del Señor- ha sido motivo de angustia y zozobra para muchos, y lo que es peor, se ha tergiversado de manera espúrea y deliberada con el propósito de generar miedo y, en consecuencia, sojuzgar almas y mentes.
Tenemos la certeza de su regreso, aunque no sepamos cuando será.
Ese horizonte del regreso del Maestro debería cimentar nuestra esperanza y, desde allí, construir nuestro destino.
Porque se edifica la vida sabiendo que su retorno final significa plenitud, más no un final aterrador. Esa vida que se construye con Él y desde una comunidad implica estar atentos, despiertos, recuperar la capacidad de leer los signos de los tiempos y lo que es primordial: saber descubrir Su rostro en el hoy, en tiempo presente.
-es fácil adormecerse con el narcótico de la comodidad y el materialismo, y no nos es ajeno que cuando perdemos el sentido, sucede la violencia y el dolor de la omisión-
Porque Él regresará de manera definitiva y plena, pero ya -ahora mismo- está volviendo...Él estará con nosotros hasta el fin de los tiempos, y se sienta a la mesa cuando dos o más se reúnen en su nombre.
Él está volviendo, y su mirada resplandece evidente en el rostro de nuestros hermanos más pobres)
Paz y Bien
Sólo estár....
Hace 6 horas.
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