Para el día de hoy (07/08/10):
Evangelio según San Mateo 17, 14-20
(Hoy, un padre angustiado por la enfermedad de su hijo -probablemente aquejado de lo que hoy conocemos como epilepsia- y que en ese entonces se consideraba producto de espíritus malignos suplica al Maestro que lo sane: los discípulos no habían podido hacer nada.
Pero en realidad había allí más de un enfermo; allí estaba la gente y sus propios amigos enfermos de una fé vacilante.
Son tiempos de Dios y el hombre: sabemos que la fé es por un lado don, regalo, Gracia del Espíritu y, por otro lado, esa fé es la respuesta vital del creyente.
No basta con aseverar racionalmente determinados postulados dogmáticos, no basta con reconocer verbalmente a Jesús como nuestro hermano y Señor.
La fé está enferma cuando no hay una identificación plena con Él, con su Vida y con su camino.
Y ese camino -nada más y nada menos- es un camino de Cruz que lleva en germen la Resurrección.
De allí las palabras del Maestro: una fé capaz de mover montañas nos remite a una vida que no se fundamenta en las limitadas capacidades humanas... ese camino es camino falso, de desánimo, de derrota cierta. Una fé movilizadora es aquella que hace de la totalidad de la existencia el transparentar en cada respirar a Jesús, camino, verdad y vida, y desde allí, saber las prioridades:
Traer salud y liberación a un mundo enfermo)
Paz y Bien
Sólo estár....
Hace 7 horas.
0 comentarios:
Publicar un comentario