Nos acercamos a Cristo en la noche del corazón para nacer de nuevo

 




Para el día de hoy (12/04/21):

Evangelio según San Juan 3, 1-8



Nicodemo se acerca en la noche a Jesús de Nazareth. Se siente atraído por su Palabra nueva y vibrante, intuye que en el rabbí galileo hay algo más que en la enseñanza tradicional y simpatiza con Él. Pero no deja de ser un fariseo prisionero de sus esquemas, dependiente aún del que dirán.

Es menester que vaya al abrigo de la noche, de manera clandestina, para no poner en juego su prestigio y sus prebendas en el Sanedrín; es la postura similar a la de aquellos a los que Jesús conmueve, pero por temor a pérdidas y a correr riesgo no pasan del plano de la simpatía.


Si hay algo que es innegable, es la honestidad de Nicodemo. Aún así, no es suficiente, hay que atreverse a más, hay que permitirse ir más allá. Nicodemo pretende interpretar las maravillas de la Gracia desde la acotada lente de la Ley, desde las escasas fronteras de la literalidad. Por ello mismo contestará desde el estupor su incapacidad de comprender ese nacer de nuevo propuesto por el Maestro.


Un Dios extraño el de Jesús de Nazareth: no sólo se deja encontrar por aquellos que lo buscan con sinceridad, sino que sale a los caminos al encuentro de aquellos que se han quedado adormecidos en la vejez de ciertas doctrinas que los someten y en el agobio de una rutina que rechaza toda novedad.


El Reino ofrecido incondicionalmente supone el Bautismo, un Bautismo muy distinto al de Juan. Es aquel que es mucho más que un ritual, es aquel que implica renacer día a día al amor inconmensurable del Dios de la Vida, renuevo de asombro y alegría, liberación de la letra e impulso del Espíritu que todo sostiene y a todo anima.


Renacidos a esa vida buena y nueva, será posible descubrir en todas partes, hasta en los sitios más impensados y de quienes menos lo esperamos, palabras santas y eternas de ese Espíritu que es libertad y que sopla en donde quiere.


Paz y Bien

1 comentarios:

Walter Fernández dijo...

Señor, cuídanos, y que nuestro corazón, se convierta, pensando en el otro. Paz y Bien! Bendecida Semana que inicia.

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