La Gracia de Dios tiene todas las primacías

 






Viernes de Ceniza

Para el día de hoy (19/02/21): 

Evangelio según San Mateo 9, 14-15



Luego de la ejecución del Bautista ordenada por Herodes, los discípulos de Juan se suman a los discípulos de Jesús de Nazareth, con todas sus enseñanzas y tradiciones a cuestas.

Por ello no es de extrañar la pregunta que le hacen al Maestro: ellos y los fariseos ayunan a menudo, en ciclos específicos, mientras que los discípulos del Señor no lo hacen. Ello no refiere a una laxitud en el cumplimiento de las normas religiosas, sino a cuestiones más profundas.

La frase, en cierto modo, equipara a los fariseos con los discípulos del Bautista. Se rigen por las mismas normas, quizás con criterios similares. Quizás, los discípulos del Bautista tienen un corazón más ligero por la tenaz llamada a la conversión de Juan, pero su mentalidad es la misma de los fariseos.

No se trata de un juicio de valor: se trata, más bien, de ubicarnos en la tierra fértil de la Gracia.

Por ello Cristo alabará a Juan como el más grande entre los hombres, pero aún así será el más pequeño en el Reino.

La Gracia de Dios confiere la nueva perspectiva de la Buena Nueva.

Las tradiciones carecen de valor por sí mismas: en la vida cristiana, la tradición -del latín tradere, traer- es eminentemente valiosa por Aquél que le otorga sentido y la nutre de eternidad.

Tradiciones, gestos y rituales repetidos, olvidando el hacia quien y el desde quien, deben ser historia. Nunca presente. 

Jesús de Nazareth no desprecia el ayuno. Desoye, más bien, los llamados a la repetición sin sentido.

Un tiempo nuevo se inaugura, y toda la vida ha de orientarse a esa luz y esa fuerza que todo lo transforma, la Gracia de Dios que tiene las primacías por sobre toda tristeza, sobre todo dolor, sobre tantos sufrimientos impuestos.

Paz y Bien


1 comentarios:

Walter Fernández dijo...

Señor, derrama abundantemente tu Gracia sobre Nosotros 🙏 Paz y Bien 🙏 Buen Viernes 🙏

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