Para el día de hoy (14/09/09):
Evangelio según San Juan 3, 13-17
(La cruz ha tenido y tiene para este mundo un significado tenebroso. Es lógico: el imperio romano ejecutaba a los reos de graves delitos mediante este método.
A través de los años la cruz ha podido ser la silla eléctrica, la cámara de gas, la inyección letal, la guillotina, el fusilamiento...
La cruz, siguiendo la lógica humana, es sinónimo de muerte y dolor, y es hija dilecta del sufrimiento y del sacrificio por el sacrificio mismo.
Pero como nos decía la Palabra ayer domingo, debemos pensar desde Dios.
Y creemos en un Dios que es Amor Infinito e incondicional para con sus hijas e hijos.
Tan incondicional y tan inmenso que es humanamente incomprensible que el Salvador del mundo -Dios hecho uno de nosotros-, Jesucristo hermano y Señor nuestro, nos haya querido hasta el extremo de entregar voluntariamente su vida a la humillación, al horror de la tortura y al sacrificio espantoso de la cruz.
Ni siquiera el miedo a una muerte tan fiera lo hizo retroceder en su promesa y su compromiso de salvarnos a todos.
Por eso, desde la mirada de ese Dios en apariencia derrotado, la cruz adquiere otro significado que ha de ser exaltado y reivindicado cada día.
El signo mayor de que Dios nos quiere: Jesús murió en esa cruz, y desde esa cruz ha sido levantado nuevamente a la vida por el Padre común a todos.
Desde esa cruz voraz, la muerte no tendrá la última palabra, y el sacrificio de morir por los demás es una semilla teñida de sangre que germinará en la alegría perenne de la Resurrección.
Y desde esa cruz en la que Jesús muere y a la vez derrota de una vez y para siempre a la muerte, cada sacrificio y cada cruz diarias de nuestras vidas cobrarán un nuevo sentido.
La cruz será signo de vida y amor, y certeza de Resurrección)
Paz y Bien
Fredy...
Hace 1 hora.
4 comentarios:
Ricardo, cuantas veces no he pensado en ese acto de Jesús, cuando mi egoísmo comienza a hacer de las suyas, pienso en la pasión de Jesús, muchas gracias por recordarme La Cruz, saludos.
"Para entender la cruz no basta con mirarla: has de postrar tu amor, tu llaga, tu esperanza", dice una canción. Creo que es un poco esto del significado que adquiere la Cruz, exaltado y reivindicado cada día. Postrar nuestro amor, nuestra llaga, nuestra esperanza a sus pies, abrazando el árbol de la Cruz como lo hizo Jesús en clave de Resurrección, es honrar la vida.
Abrazo! Augusto.
Quequina, quizás la gran batalla diaria sea contra el propio egoísmo...Y no hay mayor estímulo, ejemplo e impulso que el despojo total del Maestro, su entrega sin reserva y sin límites. Un abrazo grande. Paz y Bien. Ricardo
Augusto, hay también una muy antigua canción que dice "es la cruz de salvación árbol que nos dió la vida..." Habrá que recuperar los significados perdidos para honrar la vida, que es el modo de glorificar a ese Padre que nos busca siempre. Abrazo grande. Paz y Bien. Ricardo
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