Para el día de hoy (09/09/09):
Evangelio según San Lucas 6, 20-26
(Si nos imaginamos por un momento la situación descripta en el Evangelio del día de hoy, nos puede estremecer ese Jesús que fija Su mirada en sus discípulos... sus ojos están fijos en cada uno de nosotros en este preciso instante, ahora mismo que estoy escribiendo, cuando estás leyendo...
Y esa mirada límpida que transpasa el alma nos habla claramente y sin tapujos ni figuras literarias.
Dios ofrece su salvación a toda la humanidad, pero está del lado del pobre, del hambriento, del que padece, del perseguido, del despreciado.
Y está del lado de mujeres y hombres concretos, de carne y hueso a los que conoce por nombre y apellido.
-El Reino de Dios no se trata de generalidades ni de utopías ni de cuestiones abstractas, sino de una realidad tangible, específica, actual-
Jesús no nos mira a los ojos para hacer una encendida apologética de los pobres, alabando virtudes o atenuando defectos, declamando demagogias insulsas... Nada de eso.
Nos mira fijamente a los ojos y nos pregunta de qué lado estamos...
Porque su Padre -que también es el nuestro- es Amor... Y si crece el Reino de ese Dios que es Amor, ha de florecer su justicia entre sus hijas e hijos.
Cuando no hay justicia, no hay Amor y por lo tanto, no hay vida.
Y todo lo que se opone a la Vida se opone a la voluntad del Altísimo.
Jesús se pone del lado de los pobres, de los que todos abandonan y nadie defiende.
Es el mayor signo de los tiempos: el rostro del Maestro resplandece en los más pobres, en los más pequeños, en los olvidados...)
Paz y Bien
Fredy...
Hace 56 minutos.
4 comentarios:
Hola Ricardo. Cuanto hace que no vengo por aqui No se que me pasa con el tiempo:;)
Gracias de corazon por esta hermosa obrar de sembrar la Palabra. Un abrazo.
Buena semana...Silvina
Qué gusto el reencontrarte, Ljudmila -si bien yo también ando con problemas con el tiempo y visito con placer tu blog-. Gracias a vos por tus palabras. Un abrazo en Cristo y María. Paz y Bien. Ricardo
Muchas gracias, Silvina, y que también lo sea para vos, fructífera y mansa. Un saludo afectuoso. Paz y Bien. Ricardo
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