Endemoniados

Para el día de hoy (01/07/09):

Evangelio según San Mateo 8, 28-34

(El mal oprime, aliena, confunde, maltrata, minimiza a los hijos de Dios.
Tiene un profuso olor a muerte sin destino, a violencia que destruye, a descontrol de inhumanidades, a corazones impuros de odio, a idolatrías materialistas.

El mal tiene como objetivo primario la libertad del hombre.

Pero el Señor siempre prevalece.

Roguemos para que arroje fuera los demonios que esclavizan las almas -incluidas las nuestras, claro está- para vivir la libertad y la plenitud de ser hijos de su Padre y hermanos suyos.

Amén)

Paz y Bien





4 comentarios:

Salvador Pérez Alayón dijo...

Siempre que entramos en conflicto con nosotros mismos podemos afirmar que estamos dominados por el mal. En conflicto, no en el sentido de interpelarnos y buscar la salida buena, sino en conflicto negativo de no querer aceptarnos, desesperar y ofuscarnos en querer hacer y conseguir lo que nos hemos propuestos. Es tratar de imponernos nuestros propios objetivos, nuestros propios planes, que vienen a ser nuestros propios egoísmos.
En resumen, se trata de hacer nuestra voluntad, y rechazar lo que nos impide hacerla. Ese conflicto que se dirime en nuestro inerior, nos haced perder la paciencia, la esperanza, y nos aleja de la verdad. Nos en demoniza y nos somete a tormentos y desesperaciones. Necesitamos la paz que sólo nos la dará la Verdad.
Un abrazo en XTO.JESÚS.

silvina soul dijo...

sus publicaciones me han acercado a la Biblia nuevamente de una forma mas renovada,saludos...Silvina

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Salvador, hermano y amigo, citándote "necesitamos la paz que sólo nos dará la Verdad". Nada más cierto ni más exacto, la verdad nos hace libres y nos afirma en el Señor -como dice el salmista, Bendito el Señor, mi roca!-. Un gran abrazo en Cristo y María. Paz y Bien. Ricardo

Ricardo Guillermo Rosano dijo...

Silvina: tus palabras me han emocionado un montón, pues hace que este mínimo esfuerzo del blog tenga sentido. Y que sea para vivir en paz y alegría y para mayor gloria de Dios. Un afectuoso saludo. Paz y Bien. Ricardo

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